Complejo Arqueológico el Gran Pajatén
en Huicungo

Complejo Arqueológico el Gran Pajatén

Este sitio, bautizado como el Gran Pajatén por el explorador norteamericano Gene Savoy, ha sido incluido dentro del mito y la leyenda moderna como un lugar mágico y místico. Además ha sido asociado con una ciudad perdida en la selva, el mito de El Dorado; la ciudad de oro escondida en lo más profundo de la amazonía, y que prometía convertir en rico al que la encontrase.

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Complejo Arqueológico el Gran Pajatén


Este sitio, bautizado como el Gran Pajatén por el explorador norteamericano Gene Savoy, ha sido incluido dentro del mito y la leyenda moderna como un lugar mágico y místico. Además ha sido asociado con una ciudad perdida en la selva, el mito de El Dorado; la ciudad de oro escondida en lo más profundo de la amazonía, y que prometía convertir en rico al que la encontrase..

 

Complejo Arqueológico el Gran Pajatén
Ubicación: Situado en la confluencia de dos ríos tributarios del Abigeo y en los escarpados flancos orientales de la cordillera de los andes. Distrito de Huicungo, provincia de Mariscal Cáceres.
San Martín - Perú
   
Horario de Visita
Lunes a domingo: 8:00am. a 5:00pm.
   
Tarifas
Acceso restringido

 

INFORMACIÓN

El complejo Arqueológico conocido como el Gran Pajatén, es una maravilla de la naturaleza y de la mano del hombre. Es una belleza arqueológica poblada de leyendas y una realidad que muy pocos han tenido la suerte de visitar y conocer. Este sitio, bautizado como el Gran Pajatén por el explorador norteamericano Gene Savoy, ha sido incluido dentro del mito y la leyenda moderna como un lugar mágico y místico. Además ha sido asociado con una ciudad perdida en la selva, el mito de El Dorado; la ciudad de oro escondida en lo más profundo de la amazonía, y que prometía convertir en rico al que la encontrase. El Gran Pajatén es una ciudad de la cultura Chachapoya, y un enigma de nuestro pasado por la falta de estudios arqueológicos para comprenderlo.


Historia

El complejo arqueológico fue descubierto por Carlos Tomás Torrealva Juárez, alcalde del distrito de Pataz, región La Libertad, en setiembre de 1964. Se encontró con el recinto mientras dirigía a un grupo de vecinos que recorrÍan la zona en busca de lugares apropiados para el desarrollo de la agricultura. Una vez hallado se asumió que perteneció a la Cultura Chachapoyas (1200 - 1500 d.C.),; quienes construyeron los pétreos edificios circulares que demuestran un perfecto conocimiento de ingeniería y arte lítico.
 
Ya en 1965, el arquitecto Víctor Pimentel Gurmendi realizó una visita de reconocimiento acompañado por el arqueólogo Duccio Bonavia, a quien se debe el primer estudio sobre Pajatén. También participó el arquitecto Wolfgang Wurster, quien es autor de un cuaderno de viaje con valiosas anotaciones arqueológicas. En 1968 el arqueólogo Duccio Bonavia describió 18 edificios circulares, con dimensiones que van de los 4 metros a los 14 metros de diámetro. Ya a principios de los años 80, una expedición dirigida por el arqueólogo Federico Kauffman Doig halló, en las inmediaciones de las ruinas de Pajatén, un grupo de figurillas talladas en madera de procedencia indudablemente prehispánica, que colgaban de las paredes de una construcción de piedra.


 Los restos han sido estudiados intensamente desde 1985, y luego se ha podido registrar aspectos referentes a las ocupaciones tempranas del sitio, así como algunos aspectos de su cimentación. A partir de 1986 se profundizaron las investigaciones a fin de establecer la secuencia de su desarrollo y evolución. Algunos investigadores como Duccio Bonavia y Federico Kauffman sostienen la tesis de que El Gran Pajatén fue un enclave serrano tardío para la colonización agraria de la selva. Han basado esta afirmación por la presencia de cerámica y caminos incas, así como su arquitectura administrativo- ceremonial. Además se tiene registro de que en diversas zonas selváticas existen indicios arqueológicos de ocupaciones pre-incas, como tumbas, monolitos, restos de cerámica, etc., pero es muy difícil relacionarlos con certeza con determinadas naciones del Tahuantinsuyo. Fueron los cronistas de los siglos XVI Y XVII quienes dejaron referencias históricas y etnográficas sobre las culturas andinas tardías que recogieron con las tradiciones orales.

Ubicación

Las ruinas del Gran Pajatén están situadas en la confluencia de dos ríos tributarios del Abigeo y en los escarpados flancos orientales de la cordillera de los andes. El sitio se encuentra ubicado a 2,850 m.s.n.m. y comprende un conjunto de edificios que presentan sus escalinatas orientadas hacia el nor-oeste. Las coordenadas geográficas de la meseta son: 77° 17' longitud oeste y 07º45' latitud sur. Políticamente el centro arqueológico pertenece al distrito de Huicungo, en la provincia de Mariscal Cáceres, de la región San Martín, en el norte del Perú. Esta zona esta en plena selva alta y sobre una angosta y desnivelada meseta, en forma de media luna, en un contrafuerte que se desprende de las empinadas laderas de los cerros que bordean una de las Cuencas del Huallaga, por lo que el recinto se encontró cubierto por un tupido bosque tropical húmedo.


 Por el dificil acceso directo a la zona, se toma como referencia y punto de partida la ciudad de Trujillo capital de la región La Libertad, que dista del Parque Nacional de Río Abiseo aproximadamente 400 km en dirección este. Además es la ciudad que provee una mejor logística en el acceso hacia el Gran Pajatén.; por este motivo casi todas las expediciones hacia el Gran Pajatén han partido de esta ciudad.
 
Arquitectura

En 1968, el arqueólogo Duccio Bonavia describió 18 edificios circulares construidos en piedras sobre plataformas que nivelan el terreno escarpado sobre el que está emplazada la ciudad. El complejo cuenta con escaleras que conectan los diferentes niveles, facilitando la circulación de personas por los diferentes sectores de todo el asentamiento. Lo que distingue particularmente al conjunto de Pajatén son los torreones circulares, con diámetros variables entre 2 y 15 m. De manera particulas los edificios, que se alzan unos a distinto nivel de los otros, se extienden en una superficie de una hectárea quedando muy próximos entre sí.
 
Todo el conjunto arquitectónico muestra calles serpenteadas y plataformas donde se localizan las edificaciones circulares. Uno de los monumentos que destaca mayormente es el Edificio 1. Este tiene 13 metros de diámetro y está separado en dos secciones por una cornisa. La sección inferior es la plataforma sobre la cual se construyó la sección superior. Una escalera lleva desde una plaza cubierta con piedras pizarra hasta la entrada, en la parte superior. Esta entrada está flanqueda por algunos paneles planos de frisos de piedra que muestran cinco figuras humanas con las rodillas dobladas hacia afuera y los brazos flexionados. Cada una de estas figuras tiene una cabeza clava con tocados de dos estilos diferentes que se alternan entre figura y figura. La parte superior está decorada con una greca escalonada bordeada con lineas en zig-zag. Este tipo de diseño es característico de la arquitectura Chachapoyas.


Las excavaciones efectuadas permitieron establecer que los pisos superiores se presentan algo deteriorados, como consecuencia de las remociones y trabajos de limpieza efectuados por una expedición cívico militar, la que tenía en mente abrir rápidamente el conjunto al turismo sin efectuar los trabajos de investigación correspondientes. El cuerpo superior de los edificios presenta decoraciones con motivos geométricos de alto relieve en tanto que las inferiores están adornadas con representaciones antropomorfas y zoomorfas. Sus edificios, sus motivos ornamentales, cabezas humanas y alas de cóndores parecen transmitirnos un mensaje telúrico y guerrero, haciendo pensar al visitante en ceremonias rituales de tipo funerario.


 En las últimas excavaciones se ubicó una fila de piedras que conforman un camino, en donde se han encontrado lajas de piedra pizarra y se ha ubicado un muro de piedras canteada cuyas dimensiones son de 58 x 18 x 12 y presentan una ligera inclinación hacia el lado este. Se han registrado 28 fragmentos de huesos, una vértebra humana y un maxilar superior derecho. También en las laderas existen andenerías, así como un gran muro de contención en el sector suroeste, las edificaciones, recubiertas por espesa vegetación, descienden por los flancos de la meseta hasta la zona de Las Palmas.
 

 

 

 

 

 




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