Anticonceptivos: desde lo natural hasta lo quirúrgico

Bienvenidos a la era del control de la natalidad. Hoy existen una decena de formas para prevenir los embarazos y concentrarse en disfrutar la sexualidad hasta que llegue el momento de enfrentar la maternidad. Los métodos son muchos y variados, de manera que es posible adecuarlos a las distintas formas de vida, ideas y objetivos. He aquí un resumen que conviene tener presente:

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preservativo


Los anticonceptivos Naturales

Método de la Ovulación o de Billings (observación del moco cervical).

El moco cervical es la secreción del cuello del útero, varía constantemente desde el último día de la menstruación hasta el primero de la siguiente y, si sabemos observarlo, introduciendo los dedos en la vagina y sacando una muestra, ese moco cervical nos indicará cuándo la ovulación es inminente, es decir, cuándo somos más o menos fértiles. Conviene, para aprender a hacer una buena observación, asesorarse con un médico o en algún programa de planificación familiar.

Unos días después de la menstruación, el cuello del útero no produce moco o si lo hace, es en proporciones muy pequeñas, es casi imperceptible. Esa es una época relativamente poco fértil y por lo tanto bastante segura para tener relaciones sexuales sin temor a quedar embarazadas. O sea, si hay poca secreción hay menos posibilidades de embarazo.

Cuando avanza el ciclo y sube el nivel de estrógeno, el cuello produce un moco claro, filamentoso, parecido a la clara del huevo crudo, esto sucede durante bastantes días y señala un período fértil. A más moco y mientras más cristalino o líquido, más posibilidad de embarazo.

Luego, en la última etapa del ciclo aparece un moco más espeso, pegajoso, oscuro, que indica nuevamente un período no fértil.

El día en que comienza a producirse un moco claro, indica que la ovulación tendrá lugar uno o dos días después. A partir de entonces y más o menos por una semana conviene abstenerse de la relación sexual. O sea, moco claro y abundante es señal de que la ovulación se producirá, marcando el período de mayor fertilidad.

Este método provoca en la mujer un mayor conocimiento de sí misma, de sus ritmos y procesos corporales, sin embargo, es un método poco seguro porque no es siempre fácil o clara la observación de este flujo, que, además puede verse alterado por estrés, medicamentos.

Método de la temperatura basal del cuerpo: Consiste en tomarse la temperatura corporal siempre en el mismo lugar, cada mañana antes de levantarse, a la misma hora, con un termómetro común, anotando cada observación en una planilla.

Sucede que la temperatura aumenta ligeramente luego de la ovulación y permanece alta durante 7 u 8 días. (Decrece cuando comienza nuestro período y permanece baja hasta la próxima ovulación). La época de mayor fertilidad culmina el cuarto día posterior al pico del moco cervical o al tercer día tomando en cuenta aquél cuya temperatura fue la más elevada.

Las variaciones son pequeñas, entre 3 y 6 décimas de grado, y hay que aprender a observarlas. Después de esos tres días, la temperatura va bajando hasta que comienza la menstruación. De esta manera podremos saber exactamente qué día ovulamos: somos fértiles mientras la temperatura permanece alta.

Después de varios meses de control de la temperatura corporal, podemos tener una idea bastante exacta de cómo funciona nuestra ovulación. Para evitar el embarazo no deben mantenerse relaciones sexuales por lo menos durante siete días antes del esperado aumento de la temperatura en los ciclos futuros, más los tres días después de haber subido realmente la temperatura en cada ciclo.

Anticonceptivos de barrera:

La finalidad de estos métodos es evitar que los espermatozoides sean depositados en la vagina, (preservativos) o, si esto ocurre, que no asciendan por la cavidad uterina y lleguen a la trompa donde tendría lugar la fecundación (diafragma, esponja y tapones cervicales) o que sean inactivados por una sustancia química espermicida (espumas, cremas, gelatinas y supositorios).

Estos métodos deben usarse cada vez que se practica el coito. Utilizados en forma consistente y correcta - combinados como los preservativos o los diafragmas con espermicidas que tengan nonoxynol - como uno de sus ingredientes - sus tasas de fracaso llegan a ser casi tan bajas como las de las píldoras. Además proporcionan buena protección contra muchas enfermedades de transmisión sexual (ETS) y son totalmente reversibles, de modo que si una pareja desea el embarazo sólo debe dejar de usarlo.

Los efectos secundarios o los riesgos para la salud son rarísimos ya que son muy pocas las personas con reacciones alérgicas a los espermicidas o al látex pero cuando sucede el cambio de marca elimina el problema. Es importante saber que los lubricantes con base oleosa o de petróleo destruyen los preservativos, los diafragmas y los capuchones cervicales. Si bien la rotura no se puede ver, se forman agujeritos microscópicos por los cuales pueden filtrarse espermatozoides y microorganismos infecciosos. Cuando se desea una lubricación vaginal mayor, sólo deben usarse productos de base acuosa.

El Preservativo: Es una funda de látex muy delgada que el hombre se coloca cubriendo el pene durante la relación sexual y que impide que el semen penetre en la vagina. Debiera ser utilizado como método anticonceptivo en toda relación coital que se lleve a cabo fuera de una pareja estable y confiable, aun cuando se emplee al mismo tiempo otro método como el DIU o la píldora anticonceptiva. Debe colocarse cuando el pene ya está erecto durante el juego previo antes que aparezca el fluido preeyaculatorio y sacarse antes que la erección desaparezca para evitar que se pierda parte del liquido seminal dentro de la vagina.

El Preservativo femenino: Consiste en una funda con la forma de un preservativo, de poliuretano, suave y dos aros flexibles: en su extremo abierto un aro en forma de ala que cubre los labios vulvares y en el extremo cerrado otro aro que se ajusta al cuello del útero, tal como lo hace el diafragma. Se provee altamente lubricado, (no con un espermaticida) a fin de facilitar su colocación y no interferir con el goce sexual. Viene en un tamaño único, es inodoro, biológicamente inerte y no produce alergia.

Diafragma: Consiste en un capuchón de goma flexible que se introduce en la vagina de forma que quede cubierto el cuello del útero. Debe usarse siempre junto con una crema espermicida. Antes de introducirlo hay que impregnarlo por fuera y por dentro con dicha crema. Se coloca cubriendo el cuello del útero; el anillo flexible se ajusta atrás del hueso pubiano dentro de la cavidad vaginal. Actúa de manera similar al preservativo impidiendo que los espermatozoides lleguen al cuello del útero. Para sacarlo, basta introducir el dedo mayor y enganchar el borde cerca del hueso del pubis y tirar hacia afuera. Para algunas mujeres es más fácil hacerlo sentadas en el bidé o el inodoro. Es importante no sacarse el diafragma hasta seis u ocho horas después del coito. Es un sistema anticonceptivo eficaz y sin riesgos para la salud. Su utilización requiere una consulta con el médico para que tome la medida que necesitamos (el diámetro varía de 55 a 100, dependiendo del número de partos, conformación física, peso, etc.) y nos enseñe a usarlo.

El diafragma no interrumpe la relación sexual pues se puede colocar varias horas antes. Además, si está bien puesto, no se siente. Su vida útil es de dos a tres años, debiendo observarse una adecuada higiene al colocarlo (lavándose previamente las manos) y al guardarlo (secándolo con cuidado y guardándolo en su estuche con un poco de talco).

Capuchón cervical: Es parecido al diafragma, en nuestro país casi no se usa. Tuvo gran popularidad en Inglaterra hasta la aparición de la píldora. Es un pequeño capuchón de goma flexible que se coloca en la abertura del cérvix (y no contra las paredes vaginales como en el caso del diafragma) donde se sostiene por succión. Se coloca crema espermaticida en el ultimo tercio del capuchón y se puede dejar colocado dos o tres días cada vez. Al igual que el diafragma, debe dejarse colocado como mínimo seis u ocho horas después del coito. Su uso no se ha difundido mucho pues es bastante difícil de colocar y sobre todo de extraer por el efecto de succión. Existen de diferentes tamaños, según el tamaño del cervix.

Deben limpiarse y guardarse como los diafragmas, y reemplazarlos cada doce a dieciocho meses.

Sustancias espermaticidas vaginales: Son sustancias en forma de espuma, gel, crema u óvulos vaginales y pueden usarse solas o en combinación con otros métodos de barrera: diafragma, preservativos, o bien naturales (ritmo, temperatura, basal, etc.). No son tóxicas, su PH es ácido y se colocan justo afuera de la entrada del cérvix, en la parte alta de la vagina, destruyendo la movilidad y vida de los espermatozoides. Su mayor efectividad se logra en combinación con otros métodos.

Anticonceptivos mecánicos

Dispositivo intrauterino (DIU): Los dispositivos intrauterinos son pequeños objetos que se introducen en el útero. Tienen tres efectos: a) Dificultan el paso de los espermatozoides hacia las trompas; b) Aumentan la movilidad de éstas, dificultando la fecundación y c) Impiden la anidación del óvulo en el supuesto de que haya habido fecundación.

Su tamaño y su forma son variables. Existen por lo menos seis tipos en forma de T o de serpentina(espiral). Algunos están envueltos en cobre y otros liberan pequeñas cantidades de hormonas. Tienen unos hilos muy delgados que salen a través del cuello del útero, que sirven para chequear si sigue en su posición de los cuales se tira para extraerlo. En general, se admite que su eficacia es alta, la tasa de embarazo es inferior al 2% para todos los DIUs portadores de cobre.

Es imprescindible que sea colocado por personal especializado. La mujer que lo utiliza debe controlarse cada 6 a 12 meses y reemplazarlo cada 2 o 3 años, aunque hay algunos que pueden utilizarse por el término de 5 años. Los D.I.U. no constituyen un obstáculo capaz de impedir las enfermedades transmisibles sexualmente.

Existen algunas contraindicaciones para el uso del DIU que deben ser cosultadas con el médico.

Anticonceptivos Hormonales.

Píldoras Anticonceptivas: Es un medicamento compuesto por dos sustancias: estrógenos y progesterona sintéticos similares a las hormonas femeninas. Estas sustancias se expanden a través de la sangre por todo el cuerpo, impidiendo que los ovarios produzcan un óvulo. Por tanto, no puede haber fecundación.

Según el tipo de píldora que se use, se toman durante 21 días a partir del quinto después de la menstruación, o bien, durante 28 días desde el primer día del ciclo. La menstruación recomenzará de 2 a 5 días después de que se haya tomado la última píldora, aunque en aproximadamente el 3% de mujeres que las toman no sucede así. En estas circunstancias, el médico por lo general aconseja a la mujer que comience una nueva caja de 20 píldoras, 7 días después de haber tomado la última o le ofrecerá otras alternativa.

Las píldoras anticonceptivas actuales pueden administrarse sin riesgos a las adolescentes, siempre que sus flujos hayan sido regulares de seis meses a un año antes de empezar a tomarlas, sea examinada detenidamente antes de comenzar su ingesta y, durante todo el tiempo que tome la píldora, se realice anualmente un examen.

Las pastillas anticonceptivas pueden seguir tomándose hasta la menopausia. Pero nunca deben ser ingeridas por mujeres fumadoras, mayores de 35 años a causa de la grave predisposición al infarto de miocardio a que se encuentran expuestas.

Tampoco deben ingerirlas las mujeres que han tenido coágulos sanguíneos, las que han sufrido una enfermedad coronaria, las que padecen de cáncer de mama, hipertensión arterial, diabetes o enfermedad de la vesícula.

Métodos quirúrgicos.

Esterilización y vasectomía: La esterilización quirúrgica, sea la vasectomía para los hombre, o la esterilización tubal en las mujeres, se considera la forma más efectiva de anticoncepción (100%) pero su grado de irreversibilidad es casi total.

La vasectomía consiste en quitar una pequeña parte del tubo que lleva los espermatozoides desde los testículos, donde se forman, de manera que el líquido que se emite en la eyaculación no lleva espermatozoides. No tiene efectos secundarios. No interfiere en la relación sexual, ni en la capacidad de erección, ni en el nivel de deseo sexual. Se trata de una intervención sencilla, que puede molestar durante un par de días. Está en experimentación la forma de hacer reversible este método, y en algunos casos se consigue.

En la mujer existen dos métodos de principales de esterilización: la ligadura de trompas o salpingectomía parcial y la esterilización por laparoscopía. La ligadura de las trompas significa literalmente "atar" las trompas de Falopio de la mujer, las dos trompas por las que pasan los óvulos procedentes de los ovarios para llegar al útero, y dentro de las cuales el espermatozoide encuentra al óvulo para fertilizarlo. La ligadura de trompas puede realizarse mediante una incisión abdominal o a través de la vagina. Volver a conectar las trompas luego de haberlas ligado tiene 50% de éxito.

En la esterilización laparoscópica se realizan dos pequeñas incisiones (a veces sólo una) en el abdomen, justo debajo del ombligo, para acceder a las trompas de Falopio que debe cortar, cauterizar o pinzar en una pequeña sección de cada trompa. Los intentos de volver a ligar las trompas después de una esterilización laparoscópica resultan exitosos en el 70% de los casos con técnicas de microcirugía.

Las mujeres, después de la ligadura de las trompas, continúan con sus ciclos reproductores: sus ovarios siguen descargando óvulos y menstrúan normalmente. El único cambio es que el espermatozoide ya no puede viajar por una trompa de Falopio para encontrar un óvulo. El óvulo que se absorbe cada mes es sumamente diminuto.

Existen dos mitos comunes sobre la esterilización de las trompas: que cambia la vida sexual y que produce la menopausia. Ninguno es verdad. Cortar o bloquear las trompas de Falopio es un procedimiento mecánico que no cambia las concentraciones hormonales, ni nada que se relacione con los ciclos reproductores. No sólo no se altera el deseo sexual sino que, muchas veces, eliminado el temor al embarazo, el interés sexual puede aumentar.

 




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