Desde Bangkok (AFP)
Tillerson intenta convencer a Tailandia de aislar a Corea del Norte
El secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, viajó este martes a Tailandia para intentar convencer a Bangkok de que aísle a Corea del Norte, poniendo fin a sus actividades económicas realizadas desde el reino.
8 de agosto de 2017

El primer ministro tailandés, Prayuth Chan-o-cha, invita a pasar a Rex Tillerson tras la llegada de éste al palacio gubernamental, este martes 8 de agosto en Bangkok - AFP/Pool/AFP
El secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, viajó este martes a Tailandia para intentar convencer a Bangkok de que aísle a Corea del Norte, poniendo fin a sus actividades económicas realizadas desde el reino.
Es la primera visita de un jefe de la diplomacia estadounidense al país asiático desde el golpe de Estado de 2014.
A EEUU le preocupa el número creciente de empresas norcoreanas de exportación e importación que utilizan Bangkok como centro de operaciones regional, con cambios frecuentes de nombre, explicó ante la prensa un alto diplomático que acompaña a Tillerson.
Tailandia, un aliado tradicional de Washington, es de los pocos países del suReste asiático en los que hay una embajada norcoreana y que mantiene relaciones comerciales de importancia con Pyongyang.
Washington querría convencer a los militares tailandeses de que cierren las empresas pantalla para cortar el canal comercial empleado hasta ahora sin restricciones por Corea del Norte, añadió el funcionario.
También pide que endurezca el régimen de visados para los norcoreanos, uno de los menos exigentes, aunque el diplomático insistió en la importancia de que eso no afecte a los refugiados norcoreanos, muchos de los cuales huyen a través de Tailandia hacia Corea del Sur.
Tillerson tiene previsto reunirse con el jefe de la junta militar, el general Prayut Chan-O-Cha.
El secretario de Estado excluyó el lunes, durante una visita a Manila, la posibilidad de un regreso rápido al diálogo con Corea del Norte, y consideró que el nuevo paquete de sanciones impuesto a Pyongyang demuestra que el mundo ha perdido la paciencia ante sus ambiciones nucleares.