Desde Washington (AFP)

Romper documentos: un hábito de Trump que enloquece a los archivistas, según informe

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, rompe habitualmente los documentos que ha terminado de usar, obligando a los archivistas de la Casa Blanca a reunir las piezas y pegarlas nuevamente, según un informe del sitio de noticias Politico.

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El presidente Donald Trump el 9 de junio de 2018 durante la cumbre del G7 en Canadá - AFP/AFP/Archivos
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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, rompe habitualmente los documentos que ha terminado de usar, obligando a los archivistas de la Casa Blanca a reunir las piezas y pegarlas nuevamente, según un informe del sitio de noticias Politico.

"Es lo más loco que vi. Destrozaba papeles en pedazos pequeños", dijo Solomon Lartey, exempleado de la sección de registros de la Casa Blanca.

La Ley de Archivos Presidenciales exige que todo documento que toque el presidente (memos, cartas, correos electrónicos) se conserve y se envíe a los Archivos Nacionales como parte del registro histórico.

Pero el hábito de Trump de romper documentos después de haberlos usado, a veces a la mitad pero muchas otras en pequeños trozos, ha generado grandes dolores de cabeza a los archivistas durante los primeros meses de su presidencia.

Lartey dijo que a todo el departamento de administración de archivos de la Casa Blanca se le asignó la tarea de volver a armar los documentos con cinta adhesiva.

Según Politico, los empleados de la Casa Blanca recogieron los documentos rotos del Salón Oval y de la residencia del presidente y luego los entregaron a la administración de archivos para que los volviera a unir "como un rompecabezas".

"Las piezas que encuentro vuelvo a unirlas y luego se las devuelvo al supervisor", dijo Lartey.

Aseguró que los documentos en los que trabajó incluían recortes de periódicos con notas de Trump, invitaciones y cartas de electores o legisladores.

"Tuve una carta de Schumer que él rompió", dijo refiriéndose al líder de la minoría en el Senado, Charles Schumer.

Otro exempleado de la administración de la Casa Blanca, Reginald Young, señaló que esta es la primera vez en dos décadas de servicio que se le pide que lleve a cabo una tarea de este tipo.

"Miro a mi director y le digo: '¿Hablas en serio?' Ganamos más de 60.000 dólares al año, tenemos que hacer cosas mucho más importantes que esta. Uno lo siente como la forma más baja de trabajo que puede realizar, excluyendo vaciar los botes de basura".

Tanto Young, de 48 años, como Lartey, de 54, fueron despedidos abruptamente a principios de este año sin explicación, según dijeron.



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