Desde San Francisco (AFP)
Roban secretos comerciales a un editor de videojuegos de EEUU
Un trabajador despedido por un editor estadounidense de videojuegos fue detenido en Estados Unidos cuando se aprestaba a viajar hacia China y fue inculpado de robo de secretos comerciales a su exempleador, anunció este martes del departamento de Justicia.
25 de agosto de 2015

Un estudiante de ingeniería participa en la primera edición del desafío Steria Hacking de Meudon, oeste de París, el 16 de marzo de 2013 - AFP/AFP/Archivos
Un trabajador despedido por un editor estadounidense de videojuegos fue detenido en Estados Unidos cuando se aprestaba a viajar hacia China y fue inculpado de robo de secretos comerciales a su exempleador, anunció este martes del departamento de Justicia.
Jing Zeng, de 42 años de edad, está acusado de haber cargado ilegalmente a su computadora más de 100 ficheros que contenían informaciones confidenciales pertenecientes a Machine Zone, la empresa en la que trabajaba, cuando se enteró que sería despedido.
El producto estrella de Machine Zone es "Game of War: Fire Age", una de las aplicaciones de juego más populares para ordenadores portátiles. Millones de usuarios juegan en línea todos los días a este juego, señala la denuncia elevada contra Jing Zeng.
El éxito financiero de "Game of War: Fire Age" está basado en su tecnología, "que le brinda dos cosas; una plataforma que permite monetizar el juego a una tasa muy superior a la de otros productos similares, y un traductor integrado que permite a los jugadores del mundo entero comunicarse entre ellos en su lengua materna", agrega.
Jing Zeng accedió a la base de datos en la que la empresa almacena información sobre las prácticas de los jugadores.
El acusado se conectó a esta base con su computadora portátil profesional, que luego formateó antes de devolverla a su empleador, e hizo varias copias en discos duros externos. Jing Zeng llevó estos discos duros a China en un viaje anterior y los utilizó como medio de presión para obtener indemnizaciones por despido más elevadas.
El hombre fue detenido el 20 de agosto en el aeropuerto de San Francisco e inculpado al día siguiente. Si es declarado culpable, puede ser condenado a una pena de hasta 10 años de prisión y una multa de 250.00 dólares.