Desde París (AFP)

¿Pueden los árboles salvar a París del calentamiento global?

París, donde las temperaturas podrían acercarse a las de Canberra en 30 años, se ha propuesto crear espacios verdes adicionales para enfriar la ciudad, un proyecto ambicioso pero que suscita dudas.

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Un muro verde en París el 13 de julio de 2019. - AFP/AFP/Archivos
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París, donde las temperaturas podrían acercarse a las de Canberra en 30 años, se ha propuesto crear espacios verdes adicionales para enfriar la ciudad, un proyecto ambicioso pero que suscita dudas.

La "estrategia de enfriamiento urbano" presentada por la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, tiene como objetivo crear parques, jardines y hasta bosques para influir en las temperaturas.

Prevé la creación de 30 hectáreas de espacios verdes adicionales y la plantación de 20.000 nuevos árboles entre 2014 y 2020; la apertura al público a finales de este verano de 9 hectáreas de una antigua línea ferroviaria"; la entrega para el año escolar 2019 de 28 patios de escuelas más "verdes"; así como cuatro "bosques urbanos" cuya construcción podría comenzar en 2020, detalla Jean-Louis Missika, encargado de la planificación urbana en el ayuntamiento.

Para 2050, según un estudio de la Universidad de Zúrich sobre 520 grandes ciudades de todo el mundo publicado en la revista científica PLOS ONE, las ciudades de las regiones templadas experimentarán un cambio climático equivalente a su desplazamiento a 1.000 kilómetros al sur.

Los veranos y los inviernos se calentarán, respectivamente, de +3,5°C a +4,7°C. Ya en el verano de 2018, la temperatura medida en el suelo cerca del museo del Louvre, se elevó a 65 °C, señaló el ayuntamiento.

Las ciudades son particularmente sensibles a un aumento de temperaturas ya que las superficies son muy impermeables y almacenan la energía solar.

Estos microclima "amplifican" el efecto de la canícula, explica Vincent Viguié, del Centro internacional de Investigación sobre Medio Ambiente y Desarrollo.

El ayuntamiento quiere crear "verdaderos refugios de frescura", con árboles detrás de la Ópera Garnier, en la plaza norte de la Gare de Lyon (al este de la capital), hierba en una de las dos riberas del Sena y un "bosque urbano" frente al ayuntamiento, en el corazón de París.

Por el momento, la alcaldía no ha revelado ningún calendario o presupuesto preciso para estos proyectos. Para el diputado centrista Pierre-Yves Bournazel, candidato a alcalde de París en 2020, "no existe" tal cosa como los "bosques urbanos", a los que tacha de meros "anuncios".

- ¿Obras costosas? -

Para el especialista Vincent Viguié, "no existe una definición de lo que significa [bosque urbano] en términos científicos".

Sin embargo, elogió el impacto beneficioso de la vegetación en el control de las temperaturas. Las plantas proporcionan sombra y "refrescan el aire a su alrededor" cuando se riegan: el agua se evapora, lo que "crea frío" a través de un proceso termodinámico.

París no es la única ciudad que se propuesto volverse más verde. Nueva York plantó más de un millón de árboles en 2016.

No obstante, este proyecto no cuenta con el beneplácito de todos los parisinos. Varios denuncian su costo, el aumento del número de obras (+1.300 entre abril y julio de 2019, según el ayuntamiento de París), y la reducción del espacio destinado al tránsito vehicular.

"En un contexto de cambio climático, la reducción del puesto del automóvil es un objetivo que realmente tiene sentido", estima Vincent Viguié, siempre que se propongan "soluciones alternativas de transporte".

Además, la plantación de árboles conlleva problemas en ciertos casos. El proyecto de la Place de La République, al este de la capital, fracasó, ya que la RATP, que gestiona el metro parisino, culpó al ayuntamiento de la infiltración de agua en la red en este lugar, supuestamente debido a las nuevas plantas, admitió una fuente de la alcaldía.



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