Netanyahu vuelve ante la justicia, con los ojos puestos en las elecciones de Israel
Nueve meses después de su primera comparecencia, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu volvió este lunes ante los jueces para defenderse de acusaciones de corrupción, con los ojos puestos en las elecciones legislativas de marzo, cruciales para su supervivencia política.
Manifestantes detrás de una pancarta gigante del primer ministro Benjamin Netanyahu, en Tel-Aviv, el 11 de agosto de 2018 - AFP/AFP/Archivos
Nueve meses después de su primera comparecencia, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu volvió este lunes ante los jueces para defenderse de acusaciones de corrupción, con los ojos puestos en las elecciones legislativas de marzo, cruciales para su supervivencia política.
Benjamin Netanyahu llegó al tribunal de Jerusalén donde es juzgado por corrupción, fraude y abuso de confianza en compañía de sus abogados.
En mayo de 2020, en la apertura de este juicio, el primero en la historia de Israel contra un jefe de gobierno en el cargo, un agresivo Netanyahu tildó las acusaciones de "ridículas".
Sus abogados pidieron entonces a la justicia varios meses para estudiar las pruebas contra el primer ministro de 71 años.
El empresario israelí Shaul Elovitch en un tribunal de Tel-Aviv, el 22 de febrero de 2018 (AFP/AFP/Archivos)
Tras la flexibilización de las medidas sanitarias para luchar contra la pandemia de coronavirus y la postergación de la audiencia inicialmente prevista en enero, el primer ministro y sus abogados presentarán las grandes líneas de su defensa por las acusaciones de corrupción, fraude y abuso de confianza entre tres causas diferentes.
- Telecomunicaciones y cigarros -
Por el ya conocido como "Caso 4.000", Netanyahu está acusado de tratar de lograr una cobertura favorable del portal Walla a cambio de favores gubernamentales que podrían haber aportado millones de dólares a Shaul Elovitch, entonces patrón del gigante israelí de las telecomunicaciones Bezeq, del que Walla forma parte.
En el centro del caso figura la fusión en 2015 de Bezeq con el distribuidor de televisión por satélite Yes, que necesitaba el aval de las autoridades de control.
Y es que Netanyahu también era el responsable de la cartera de Comunicaciones. Aunque aseguró que la fusión Bezeq-Yes fue pertinente, mantiene que no ha buscado obtener una cobertura favorable de Walla a cambio de su aprobación.
En un segundo caso, denominado Mediagate o "Caso 2.000", el primer ministro está acusado de haber buscado garantizarse una cobertura favorable del diario israelí de pago más leído, el Yediot Aharonot, a cambio de una posible ley para limitar la difusión del diario gratuito Israel Hayom, principal competidor del Yediot.
Según la justicia, Netanyahu evocó este intercambio (cobertura favorable contra ley) con el presidente del Yediot, Arnon Moses. Al final no hubo acuerdo.
En un tercer dosier, el "Caso 1.000", Netanyahu y familiares suyos son sospechosos de haber recibido regalos -cigarros caros, botellas de champán y joyas - valorados en más de 700.000 séqueles (unos 175.000 euros, unos 210.000 dólares) de personalidades, como el productor Arnon Milchan, a cambio de favores financieros o personales.
Netanyahu dijo haber recibido una opinión legal de expertos que concluyeron que tenía derecho a aceptar regalos de amigos cercanos, como Arnon Milchan, y niega haber concedido favores.
- ¿Injerencia electoral? -
Durante su primera comparecencia, Netanyahu, que no se beneficia de ninguna inmunidad, acababa de formar gobierno de unidad con su rival Benny Gantz. Pero después, las protestas contra el primer ministro -al que los manifestantes llaman "Crime minister" ("ministro del crimen") se multiplicaron y la coalición se hizo pedazos.
El resultado es que el proceso de Netanyahu tendrá lugar 45 días antes de las nuevas elecciones, del 23 de marzo, -las cuartas en menos de dos años- lo que hace temer un posible impacto en los comicios.
Yariv Levin, presidente de la Knesset (Parlamento) y cercano a Netanyahu, declaró el domingo en la publicación Israel Hayom que teme una "interferencia sin precedentes del sistema jurídico en las elecciones" si el tribunal presenta "a partir de ahora" las pruebas contra el primer ministro.
Netanyahu, que no tiene garantizada la victoria en esta nueva campaña electoral pese a que lleva 15 años en el poder, lo que le convierte en el jefe de gobierno más longevo de Israel, espera conseguir una mayoría de escaños, eventualmente, para votar una disposición legal que le dote de inmunidad.
Según los últimos sondeos, su partido, el Likud, sigue liderando las intenciones de voto, con 29 escaños sobre 120 escaños, el centrista Yair Lapid (17) y el populista conservador Gideon Saar (14). Pero el Likud no conseguiría llegar, uniéndose a sus diferentes aliados, a la mayoría necesaria de 61 escaños.