Las nanopartículas de dióxido de titanio, presentes principalmente en el polémico aditivo alimentario E171, pueden atravesar la placenta y llegar al entorno del feto durante el embarazo, demuestra un estudio francés publicado este miércoles.
Se "demuestra por primera vez que las mujeres embarazadas están expuestas y que hay un riesgo de que pase" al feto, explicó a la AFP Eric Houdeau, director de investigación del Instituto nacional de Investigación para la Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (INRAE) y coordinador del estudio.
Sin embargo, no aclara si esta presencia de nanopartículas supone un peligro para el bebé.
El E171 es un aditivo compuesto por dióxido de titanio (TiO2) en parte en forma de nanopartículas (de un tamaño inferior a los 100 nanómetros que facilitan la penetración en el organismo), lo que desde hace varios preocupa a las asociaciones de defensa de los consumidores y el medio ambiente.
Su uso en productos alimentarios, como colorante o para darles un aspecto brillante, se suspendió en Francia el 1 de enero de 2020 por un período de un año, debido a la ausencia de pruebas científicas sobre su inocuidad, y el gobierno decidirá pronto si prolonga la suspensión. Se autoriza para los cosméticos (dentífricos, protectores solares, polvos ...) y medicamentos.
También se usa esta sustancia en la composición de pinturas industriales y materiales de construcción.
Los investigadores recurrieron a técnicas de microscopía electrónica para determinar "la naturaleza química y el tamaño de los elementos" hallados.
Así demostraron la presencia de TiO2 en estado de nanopartículas en las 22 placentas analizadas y en la mitad de 18 muestras de meconio (heces de los recién nacidos), señala el artículo publicado en la revista Particle and Fiber Toxicology.
Como este contagio puede tener otras fuentes además de los alimentos durante el embarazo (por inhalación o paso a través de la piel), los investigadores del Centro de Investigación de Toxicología Alimentaria INRAE (en Toulouse, sur de Francia) también administraron E171 a siete placentas en laboratorio durante 1 hora.
Vieron que las nanopartículas que contenía atravesaban la barrera placentaria e iban a parar al líquido que normalmente rodea al feto.
"Esto nos permite concluir que es probable que el aditivo alimentario pueda participar en el contagio", explica Eric Houdeau.
"Ahora hay que poner en marcha estudios experimentales en animales, para ver si este paso (en la placenta) puede ir acompañado, eventualmente, de un efecto tóxico para el desarrollo fetal", añade el investigador.