Desde París (AFP)

Las migraciones, terreno de juego de las nuevas tecnologías

Es el año 2035. Un inmigrante quiere instalarse en Francia, pero el análisis de todas sus acciones y comportamientos gracias a los macrodatos sugiere a las autoridades que no se integrará adecuadamente. Su solicitud es rechazada. ¿Ciencia ficción? No estén tan seguros de ello, estima la OCDE.

inmigración,política,OCDE,migración,ciencia,biometría,macroeconomía,tecnología
Un migrante camina por un campamento en Ciudad Juárez, México, el 10 de diciembre de 2019 - AFP/AFP/Archivos
Anterior Siguiente
Síguenos en Google News

Es el año 2035. Un inmigrante quiere instalarse en Francia, pero el análisis de todas sus acciones y comportamientos gracias a los macrodatos sugiere a las autoridades que no se integrará adecuadamente. Su solicitud es rechazada. ¿Ciencia ficción? No estén tan seguros de ello, estima la OCDE.

En los próximos años, es probable que el cambio climático, los trastornos geopolíticos y el envejecimiento de la población siga acelerando los flujos migratorios.

Pero otros factores, como las nuevas tecnologías, podrían "cambiar el juego", anticipa la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en un documento presentado el viernes en París en un foro sobre las migraciones.

Estas proyecciones para "alrededor del año 2035" no son del todo fruto de la imaginación.

Los escenarios presentados son "lo suficientemente plausibles y perturbadores como para merecer la atención y la preparación de los responsables políticos", según el informe.

Por ejemplo, en base a los datos personales disponibles y utilizando "los avances tecnológicos" se podría "seleccionar a los inmigrantes sobre la base de estimaciones precisas y detalladas de su potencial de integración".

Reino Unido utiliza ya, por motivos de seguridad, macrodatos para su proceso de visas, y Estados Unidos puede pedir a los migrantes el acceso a sus redes sociales, señala el informe.

Su generalización podría plantear problemas éticos, pero también "conducir a mejores procesos de integración y a una mayor aceptación pública de la migración", estima la OCDE.

- "Impactos gigantescos" -

"Hemos estado pensando en escenarios que podrían ocurrir (...) que podrían tener impactos gigantescos", resume para la AFP Jean-Christophe Dumont, jefe de migraciones internacionales de la OCDE.

"Imaginemos que podemos predecir el comportamiento en base a datos personales. Que seleccionemos en función de la probabilidad de que alguien se enferme, cometa un delito, se integre con mayor o menor facilidad, aprenda un idioma (...) No estamos muy lejos de eso", afirma.

Otra hipótesis planteada por la OCDE es que ya no se podría vivir en la clandestinidad, ya que los gobiernos podrían geolocalizar a los clandestinos y saber dónde están cada uno de ellos en tiempo real.

"No estamos lejos de eso en China con el reconocimiento facial, con el control de las redes sociales. Pero ¿nos sentimos cómodos con ese tipo de futuro?", se pregunta Jean-Christophe Dumont.

Para Nina Gregori, directora de la oficina Europea de Apoyo al Asilo (EASO), "ser capaz de anticipar los movimientos de las personas es algo bueno".

"Identificar a todas las personas que se encuentran en nuestro territorio" podría tener un "impacto positivo" para los extranjeros en situación irregular, estima, ya que "hay sectores enteros de la economía, como la agricultura, que son semidependientes de la mano de obra de los inmigrantes indocumentados".

- Contrapoderes -

Para el director de la asociación Forum refugiados, Jean-François Ploquin, "cuanto más nos acercamos a sistemas de control, más contrapoderes se necesitan".

"Todo esto plantea, por ejemplo, el enorme problema de la fiabilidad de los datos. El hecho de que un joven africano se declare mayor de edad en Italia para entrar en Europa no significa que no sea menor de edad", señala.

La OCDE recomienda que los gobiernos no basen sus políticas "exclusivamente" en algoritmos e inteligencia artificial.

La organización también ve otros posibles factores para la migración masiva, como una transición exitosa a una ecología libre de carbono que llevaría a una caída de los precios del petróleo.

Los países exportadores de oro negro, particularmente en Medio Oriente, que actualmente dependen en gran medida de la mano de obra migrante, verían no sólo el retorno de estos migrantes a sus países de origen sino también un éxodo potencial de sus poblaciones, advierte la OCDE.

La combinación de varios factores podría generar "una tormenta perfecta de desequilibrios migratorios internacionales", concluye.



Este sitio usa imágenes de Depositphotos