General Motors (GM), bajo presión de un inversor activista, anunció el lunes un plan inmediato de recompra de acciones de 5.000 millones de dólares y prometió redistribuir su liquidez disponible entre sus accionistas.
General Motors (GM), bajo presión de un inversor activista, anunció el lunes un plan inmediato de recompra de acciones de 5.000 millones de dólares y prometió redistribuir su liquidez "disponible" entre sus accionistas.
El anuncio forma parte de un acuerdo alcanzado el lunes con el inversionista Harry Wilson, especialista en reestructuración de empresas.
Wilson formó parte de la administración Obama, en la que se dedicó a contribuir a recuperar GM, que quebró en 2009. Alegando que representaba a accionistas que detentaban 2,1% del capital de GM, criticó el nivel del retorno de las inversiones y el desempeño bursatil de GM y demandó un programa de compra de acciones de 8.000 millones de dólares.
De acuerdo con el compromiso alcanzado con Mary Barra, la directora general del grupo de Detroit (noreste), Harry Wilson renuncia a ingresar en el consejo de administración y a todas sus demandas sobre el uso de la tesorería del grupo automotor.
Para Barra, al mando de la empresa desde hace un año, este acuerdo constituye "una victoria", pues le evita a la compañía un coflicto con consecuencias mediáticas negativas, cuando aún no ha concluido el caso de los últimos llamados de vehículos con fallas, vinculados a 64 muertes. Ese escándalo obligó a GM a que sus concesionarios revisaran unos 30 millones de vehículos en 2014 por diferentes problemas mecánicos.
"GM prosigue con su plan de distribución de efectivo", dijo Barra, quien subrayó que el grupo seguía abierto a discutir con cada uno de sus accionistas.
En Wall Street, la acción de GM subía 2,06%, a 37,60 dólares, en los intercambios previos a la apertura de la sesión.
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