La minera brasileña Vale anunció el miércoles ganancias netas de 6.860 millones de dólares en 2018, un alza de 24,6%, un resultado excepcional que sin embargo sale ensombrecido por la ruptura en enero de un dique que dejó más de 300 muertos y desaparecidos.
La minera brasileña Vale anunció el miércoles ganancias netas de 6.860 millones de dólares en 2018, un alza de 24,6%, un resultado excepcional que sin embargo sale ensombrecido por la ruptura en enero de un dique que dejó más de 300 muertos y desaparecidos.
El Ebitda ajustado (beneficios antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones) de la mayor productora mundial de mineral de hierro se elevó el año pasado a 16.593 millones de dólares, en alza de 8,2% respecto a 2017.
La minera, que atribuye las ganancias a una mayor generación de caja y al menor impacto de "operaciones discontinuas" (activos paralizados o en vías de serlo), tuvo también un muy buen cuarto trimestre, con un lucro neto de 3.786 millones de dólares, frente a 1.408 millones en el trimestre anterior y a 707 millones en el mismo periodo de 2017.
La deuda neta de la empresa al final del año era de 9.650 millones de dólares, la mitad de la de fines de 2017 (18.143 millones de dólares).
Vale no pudo sin embargo saborear esos resultados, porque toda su atención está focalizada en las consecuencias del desmoronamiento, el 25 de enero, del dique de la mina Córrego do Feijao, que generó un tsunami de unos 12 millones de metros cúbicos de lodo y residuos mineros que arrasó con toda la vida que encontró a su paso.
En su mortal descenso de unos nueve kilómetros hasta el río Paraopeba -que ahora baja contaminado por los sedimentos- destruyó las instalaciones administrativas de la mina, el comedor donde almorzaban numerosos empleados, una posada y varias casas del área rural de Brumadinho.
Hasta ahora, 212 personas fallecieron y 93 continúan desaparecidas.
- Bloqueo de activos y multas -
En un informe publicado junto a los resultados de 2018, Vale recordó que el Ministerio Público de Minas Gerais le ha bloqueado desde entonces 11.000 millones de reales (unos 3.000 millones de dólares), además de intimarle a realizar un depósito de unos 7.400 millones de reales en cumplimiento de órdenes judiciales.
El Ministerio Público del Trabajo ordenó además la congelación de otros 1.600 millones de reales para garantizar el pago de indemnizaciones a los empleados de la firma y a trabajadores tercerizados.
La empresa -cuyo presidente Fabio Schvartsman y otros tres ejecutivos presentaron su "renuncia temporal" el 2 de marzo -después de que la Fiscalía y la Policía Federal recomendaran su despido- tuvo otros 4.000 millones de reales bloqueados por otros municipios evacuados en las proximidades del dique.
Vale precisó que enfrenta igualmente investigaciones "incluso penales, y procesos administrativos y judiciales, que pueden desembocar en otros bloqueos de activos o pagos de multas e indemnizaciones".
Esta no es la primera vez que el gigante brasileño, privatizado en 1997, se ve envuelto en un desastre de enormes proporciones en los últimos años.
En 2015, un dique de una mina de Samarco (un proyecto conjunto de Vale y la australiana BHP) reventó, generando otra enorme marea de lodo que dejó 19 muertos en Mariana (también en Minas Gerais) y el peor desastre ambiental de la historia de Brasil.
Aquel ejercicio se saldó para Vale con pérdidas netas por 12.129 millones de dólares.
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