Desde Riad (AFP)

Elección petrolera de riesgo para una Arabia Saudí en transición

La muerte del rey Abdalá de Arabia Saudí no podía producirse en peor momento para el sector petrolero, ahora que el reino intenta asentar su liderazgo en una industria mundial en plena mutación.

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Entierro del rey saudí Abdalá en el cementerio Al Ud, en Riad el 23 de enero de 2015. Su fallecimiento llega en el peor momento para el sector petrolero, cuando su reino intentaba asentar su liderazgo en una industria en plena mutación - AFP/AFP
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La muerte del rey Abdalá de Arabia Saudí no podía producirse en peor momento para el sector petrolero, ahora que el reino intenta asentar su liderazgo en una industria mundial en plena mutación.

La muerte del rey que ha presidido de hecho durante 20 años los destinos del primer exportador de oro negro del planeta ha hecho subir un poco el precio del petróleo, que está en caída libre desde hace meses debido a la abundante oferta en el mercado. El economista jefe de la Agencia internacional de la Energía (AIE), Fatih Birol, sin embargo, no espera que su muerte suponga un cambio "significativo" en la política petrolera saudí.

Desde 2000, el reino ha invertido decenas de miles de millones de dólares para convertirse en el único país con una reserva viable de capacidad de producción de tres millones de barriles diarios (mbd). También ha aumentado su capacidad de refinado a 5 mbd y ha desarrollado su producción de gas natural. Aprovechándose de la inestabilidad de otros países de la OPEP (Irán, Irak, Libia, Nigeria...), el reino ha aumentado su producción de los 8 mbd en 2011 a su nivel actual de 9,6 mbd, y no parece dispuesto a reducirlo tan pronto.

Los precios y la elevada producción le han permitido disponer de un sólido colchón financiero de 750.000 millones de dólares. El subsuelo saudí esconde las segundas reservas mundiales de crudo (266.000 millones de barriles), por detrás de Venezuela, y las quintas reservas mundiales de gas natural (9.000 millones de metros cúbicos). Después de una década excepcional, el reino lucha por defender su cuota de mercado y su liderazgo ante los productores no convencionales y no miembros de la OPEP, pues el 90% de los ingresos públicos proceden del petróleo.

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Una plataforma petrolera en el desierto cerca de la zona de Juris, rica en crudo, a 160 kilómetros de Riad, la capital saudí, en 2008 (AFP/AFP/Archivos)

Bajo la presión de Riad, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) decidió en noviembre mantener su producción sin cambios, acelerando la caída de los precios a niveles de después de la crisis económica de 2008. Los precios cayeron 50% entre junio y diciembre.

- ¿Un barril a 20 dólares?

Por primera vez en 40 años, Arabia Saudí, que bombea una décima parte del suministro mundial de petróleo, se ha negado a tomar medidas para estabilizar el mercado, invocando razones económicas. "A los productores de la OPEP no les interesa reducir su producción", independientemente que "baje a 20, 40, 50 ó 60 dólares" el barril, dijo a finales de diciembre el ministro saudí del Petróleo, Alí Al Nuaimi. "Si lo reduzco, ¿qué pasara con mi cuota de mercado? Los precios subirán, pero los rusos, los brasileños y los productores estadounidenses de petróleo de esquisto se harán con mi parte", alegó.

El nuevo rey Salman confirmó este viernes que no habrá cambios en la política petrolera saudí. "Preveo mucha continuidad. La política petrolera la fija un grupo de tecnócratas y no veo que el futuro monarca vaya a cambiar las cosas de manera significativa", explica a AFP Frederic Wehrey, especialista del Golfo en el instituto Carnegie Endowment for International Peace. Jean-François Seznec, experto petrolero y profesor de la Universidad de Georgetown, espera que Riad defienda con "uñas y dientes" su "liderazgo".

Entre 2005 y 2014, Estados Unidos redujo las importaciones netas de crudo de 12,5 mbd a 5 mbd, principalmente debido al aumento de la producción de petróleo y gas de esquisto.

- Amenaza del esquisto estadounidense -

"La institución petrolera saudí se siente de alguna forma amenazada por el hecho de que Estados Unidos produzca ahora de media más de 8 mbd y limite sus importaciones", reconoce Seznec a AFP. Para Basam Fatuh, director en el Oxford Institute for Energy Studies, la producción estadounidense "ha supuesto un cambio en los intercambios petroleros comerciales.

Tras la reducción o incluso el fin de las importaciones estadounidenses, los exportadores africanos y latinoamericanos han recurrido al mercado asiático, dice Fatuh, pero con una demanda más baja de China, que se ha convertido en el primer importador neto de crudo, la competición se ha endurecido para Riad que envía dos tercios de su petróleo a los mercados asiáticos.

Según el economista saudí Abdulá al Kuwaiz, Arabia Saudí busca diversificar su economía, altamente dependiente del petróleo. "Riad tiene todavía mucho por hacer para racionalizar sus gastos corrientes, en particular los salarios que representan el 50%", dice.




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