Desde Bruselas (AFP)

El plan de recuperación de la UE enfrenta la hora de la verdad

El multimillonario plan de reconstrucción poscoronavirus de la Unión Europea (UE) será sometido este viernes a discusión de unos mandatarios europeos bajo presión, que deben intentar levantar las reservas de los más reticentes, como el holandés Mark Rutte o el húngaro Viktor Orban.

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Un cartel advierte de que se debe mantener la distancia social en una sala de reuniones de la cumbre de la Unión Europea el 16 de julio de 2020 en Bruselas - AFP/POOL/AFP
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El multimillonario plan de reconstrucción poscoronavirus de la Unión Europea (UE) será sometido este viernes a discusión de unos mandatarios europeos bajo presión, que deben intentar levantar las reservas de los más reticentes, como el holandés Mark Rutte o el húngaro Viktor Orban.

"Es importante que los líderes europeos se pongan de acuerdo rápidamente en un paquete ambicioso", dijo el jueves la presidenta del Banco central Europeo (BCE), Christine Lagarde, para quien "un gran número de dirigentes son conscientes de que no hay tiempo que perder".

La pandemia del nuevo coronavirus, que ha costado la vida a cerca de 586.000 personas en el mundo (unas 205.000 en Europa), se traducirá a nivel económico en 2020 en una contracción del 8,7% del PIB de la zona euro y del 8,3% del PIB de la UE, según la Comisión Europea.

Para sacar al bloque de esta recesión sin precedentes, Bruselas propuso un plan de 750.000 millones de euros (unos 840.000 millones de dólares), cuantía que tomaría prestado en los mercados en nombre de la UE creando así deuda común, un hito en la historia del proyecto común.

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La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen (drcha), y el primer ministro de Eslovaquia, Igor Matovic, el 16 de julio de 2020 en Bruselas (AFP/POOL/AFP)

El jefe del Consejo Europeo, Charles Michel, retomó las grandes líneas del plan en su propuesta de consenso que planteó a los líderes europeos tras varias rondas de conversaciones bilaterales, pero no logró levantar todas las reticencias, sobre todo de los países llamados "frugales".

El volumen del fondo y su distribución entre ayudas y préstamos (medio billón de euros y 250.000 millones, respectivamente, en la actual propuesta) son las críticas principales de Dinamarca, Suecia, Austria y Holanda, que reclaman sobre todo más créditos y menos subvenciones.

Sin embargo, la principal batalla será qué condiciones pedir a cambio de la ayuda y cómo controlar su aplicación. Holanda reclama que los 27 por unanimidad den luz verde al desembolso de los fondos, un reclamo que despierta el fantasma de la 'troika' de la pasada crisis de la deuda.

Según Michel, los países interesados en la ayuda deben presentar un plan nacional de recuperación que tenga en cuenta las recomendaciones anuales de la Comisión y la transición ecológica y digital. Asimismo pide que los 27 lo adopten por mayoría, así como su posterior desembolso.

El jefe del Consejo "está pensando en formas de avanzar, eso es muy positivo. Pero cualquier solución debe dejar muy claro que cualquier estado miembro debe poder decir sí o no", reiteró el canciller holandés, Stef Blok, dos días antes de la cumbre.

En el campo de las condiciones, el primer ministro húngaro, Viktor Orban, también amenazó con vetar cualquier acuerdo, si se mantiene la idea de vincular el desembolso de los fondos a la situación del estado de derecho, máxime cuando Budapest y Varsovia están en el punto de mira de Bruselas.

- El cumpleaños de Merkel -

A partir de las 10H00 (08H00 GMT), los 27 mandatarios tendrán sobre la mesa de su primera cumbre de dos días en Bruselas desde febrero el plan de recuperación, clave para los países del sur de la UE más castigados por la pandemia y con mayores niveles de deuda como España, Italia y Francia.

Pero el debate sobre el fondo se une de hecho al del Marco Financiero Plurianual (MFP) 2021-2027, el presupuesto común de la UE que, en febrero, se saldó con un sonoro fracaso, en parte por los reclamos de los "frugales", adeptos del rigor fiscal, de reducirlo.

Para intentar lograr su apoyo, el plan de Michel plantea un presupuesto de 1,074 billones de euros (1,22 billones de dólares), 20.000 millones menos que en febrero. Y, además, mantiene la reducción en sus contribuciones, los llamados "cheques", a los cuatro países frugales y a Alemania.

Además de en Michel, las miradas estarán puestas en la canciller alemana, Angela Merkel, que festejará su 66 cumpleaños con su primera cumbre bajo la actual presidencia alemana de la UE y que, para muchos diplomáticos, podría desempeñar un papel crucial para lograr un acuerdo.

Sin embargo, las expectativas de éxito son bajas y no se descarta otra cumbre en julio. "Es difícil adivinar si [un pacto] ocurrirá todavía este fin de semana. Los países están aún muy distantes", alertó la primera ministra finlandesa, Sanna Marin.




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