La Corte Suprema de Estados Unidos dio la razón a las poderosas cadenas de televisión estadounidenses este miércoles, en un caso que las enfrentaba a la compañía Aereo que ofrece ver en Internet programas de televisión en directo sin pagar un abono de cable.
La corte Suprema de Estados Unidos dio la razón a las poderosas cadenas de televisión estadounidenses este miércoles, en un caso que las enfrentaba a la compañía Aereo que ofrece ver en internet programas de televisión en directo sin pagar un abono de cable.
La corte dictaminó por seis votos contra tres que Aereo retransmite ilegalmente señales de transmisión a pesar de la afirmación de que sus diminutas antenas personalizadas sólo permiten a los clientes ver o grabar lo que transmiten los programas de televisión abierta.
Según la Justicia, Aereo opera como una compañía de cable y por lo tanto debe pagar derechos de transmisión.
El caso "deja claro que Aereo no es simplemente un proveedor de equipos" sino que "sus actividades son sustancialmente similares a las de las compañías de cable", escribió el jurista Stephen Breyer.
"Aereo vende un servicio que da permiso a los subscriptores mirar programas de televisión, muchos de los cuales tienen derecho de autor, al mismo tiempo que están siendo transmitidos", agregó.
Aereo, qui existe desde 2012, es un servicio que ofrece a los internautas un mini antena de recepción de televisión, del tamaño de una moneda, por la cual pueden ver y grabar programas en vivo desde sus ordenadores o tabletas.
El interés de esta tecnología es que permite a los abonados evitar la suscripción a la televisión por cable o satelital, los métodos más comunes para recibir transmisiones de televisión en Estados Unidos.
Esta decisión representa la mayor victoria para las cadenas de televisión e industrias de cable.
Las compañías de cable, como el gigante Time Warner, así como las grandes cadenas, llevaron frente a la justicia a Aereo desde sus inicios. Consideran que esta tecnología representa la pérdida potencial de miles de dólares de abonos. Las operadoras de cable pagan caro el derecho de difundir canales a sus abonados.
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