China volvió a condenar firmemente este sábado la explosión de un autobús el miércoles en el noroeste de Pakistán, que dejó 12 muertos, entre ellos nueve chinos, y calificó el hecho de atentado.
China volvió a condenar firmemente este sábado la explosión de un autobús el miércoles en el noroeste de Pakistán, que dejó 12 muertos, entre ellos nueve chinos, y calificó el hecho de "atentado".
El vehículo transportaba a unos 40 ingenieros, topógrafos y personal de mantenimiento mecánico chinos que trabajaban en la construcción de la presa hidroeléctrica Dasu en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa.
China y Pakistán, dos aliados cercanos, discrepan en la interpretación de los hechos. Pakistán atribuyó la explosión a "un incidente mecánico" que provocó un escape de gas.
"China y Pakistán trabajarán juntos para descubrir la verdad", dijo el ministro chino de seguridad Pública, Zhao Kezhi, en un comunicado, después de reunirse con su homólogo paquistaní.
El gobierno chino "envió expertos técnicos al lugar [...] para ayudar con la investigación", agregó.
Zhao Kezhi pidió a Pakistán que "fortalezca la seguridad" de los ciudadanos chinos en el país. La declaración también indica que el presidente chino, Xi Jinping, ha "dado importantes instrucciones" al respecto.
La seguridad de sus trabajadores, que trabajan en los distintos proyectos de infraestructura en Pakistán, preocupa a China, que ha invertido miles de millones de dólares en estos años en este país.
En abril, hubo un atentado contra el hotel donde se hospedaba el embajador chino en el suroeste de Pakistán. El embajador salió ileso, pero el atentado dejó al menos cuatro muertos y decenas de heridos.
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