El proyecto de ley antiterrorista discutido en el parlamento canadiense va demasiado lejos en la vigilancia de Internet y entrega poderes casi ilimitados a los servicios de inteligencia, denunció el viernes el comisario de protección de la vida privada.
El proyecto de ley antiterrorista discutido en el parlamento canadiense va "demasiado lejos" en la vigilancia de internet y entrega "poderes casi ilimitados" a los servicios de inteligencia, denunció el viernes el comisario de protección de la vida privada.
Este alto funcionario dependiente de las dos cámaras parlamentarias criticó fuertemente en una carta abierta a la ley C-51 elevada por el gobierno conservador, al estimar que "todos los ciudadanos se verán atrapados, no solo aquellos sospechados de terrorismo".
El comisario Daniel Terrien conminó al gobierno a revistar el proyecto con la inclusión de mecanismos de protección, como la creación de un "organismo dependiente del parlamento".
El proyecto, que comenzará a ser examinado el martes por una comisión parlamentaria que recibirá a 50 testigos, "otorga a 17 organismos federal poderes prácticamente ilimitados en materia de control" de los canadienses comunes y corrientes en aras de "detectar amenazas a la seguridad", dijo.
"Actualmente, 14 de esos 17 organismos que recibirán informaciones de los servicios de inteligencia no están sometidos a ninguna vigilancia independiente", agregó.
El punto central es "la gestión de los megadatos, es decir cantidades fenomenales de informaciones que pueden ser analizadas por algoritmos para identificar tendencias, prever comportamientos y establecer vínculos".
Las preocupaciones del comisario son compartidas por los partidos de oposición, los grandes actores locales de la web, así como por los grupos ecologistas y las comunidades autóctonas, que temer ser objeto de controles específicos.
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