Desde Río de Janeiro (AFP)

Brasil necesita cambios radicales en gestión del agua para encarar crisis

La crisis hídrica en Brasil pudo ser prevista desde inicios de 2013, pero una mala gestión del recurso impidió aplicar a tiempo medidas para reducir el consumo y evitar los riesgos de desabastecimiento que hoy azotan principalmente a Sao Paulo, coincidieron el jueves académicos.

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Un arbol seco, normalmente tapado por las aguas, se asoma sobre el lecho de un dique en Resende Brasil el 3 de febrero de 2015 - AFP/AFP
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La crisis hídrica en Brasil pudo ser prevista desde inicios de 2013, pero una mala gestión del recurso impidió aplicar a tiempo medidas para reducir el consumo y evitar los riesgos de desabastecimiento que hoy azotan principalmente a Sao Paulo, coincidieron el jueves académicos.

En un documento, titulado "Carta de Sao Paulo" y entregado a los gobiernos de los tres principales estados afectados (Sao Paulo, Rio de Janeiro y Minas Gerais), la Academia Brasileña de ciencias (ABC) advirtió de la gravedad de la situación del agua en el sudeste del país y propuso soluciones inmediatas y de largo plazo para el problema.

La región enfrenta una severa sequía que amenaza sus reservas y ha afectado el suministro de agua. Han habido racionamientos y se ha puesto en riesgo la generación de energía.

"Nuestra situación es extremadamente grave" y "no hay manera de que los reservorios regresen a su nivel normal antes de que acabe el período de lluvias en que estamos", que termina en abril, advirtió el profesor Luiz Pinguelli Rosa, miembro de la abc y profesor de la Universidad Federal de Rio de Janeiro (UFRJ), en una rueda de prensa con otros tres académicos.

Los gobiernos no respondieron aún al documento, indicó la ABC.

El último período intenso de lluvias fue en diciembre de 2013. En 2014, las precipitaciones fueron algo más de la mitad de lo normal y en 2015 "tendría que llover al menos 50% más de lo normal" para salir de los niveles negativos actuales, explicó por su parte José Marengo, del estatal Centro nacional de Seguimiento y Alertas de Desastres naturales (Cemaden).

En Brasil "hay una pésima gerencia de los recursos hídricos" y "si no hay una buena gerencia, cualquier falta de agua va a generar una catástrofe. Tenemos la experiencia de [la sequía de] 2001 y 14 años después pasa de nuevo, eso significa que no aprendimos nada", añadió.

El gobernador de Sao Paulo, Gerardo Alkmim, reconoció sólo después de reelecto en octubre la necesidad de imponer un racionamiento, aunque los cortes se venían haciendo ya desde antes.

Los expertos coincidieron en la necesidad de concienciar a la población para que economice agua y evitar así racionamientos más severos, y asimismo de comenzar con urgencia obras de infraestructura, necesarias hace décadas.



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