Oración por un enfermo
La oración por un enfermo es una súplica humilde y llena de fe, dirigida a Dios.

Esta oración se reza para pedir:
- Sanación del cuerpo y/o del alma.
- Consuelo espiritual para quien sufre.
- Fortaleza para los familiares y cuidadores.
- Confianza en la voluntad de Dios, incluso si no hay curación inmediata.
Significado espiritual
Esta oración refleja una profunda verdad cristiana:
- Jesús es el médico divino, y en su amor, siempre actúa para bien, aunque no siempre de la forma que esperamos.
Al rezarla, el creyente:
- Reconoce que el dolor humano necesita ser acompañado por la fe.
- Se une al sufrimiento de Cristo, que también cargó con nuestras enfermedades (Isaías 53,4).
- Abre su corazón a la posibilidad de sanación, consuelo o aceptación, según el plan de Dios.
Origen
Aunque esta oración en su forma actual no aparece literalmente en la Biblia, está inspirada en muchos pasajes bíblicos que muestran el poder de Jesús sobre la enfermedad. Algunos ejemplos:
- “Jesús recorría toda Galilea... curando toda enfermedad y dolencia” (Mateo 4,23).
- “Venid a mí todos los que están cansados y agobiados, y yo los aliviaré” (Mateo 11,28).
- “Llamen a los presbíteros... oren por él y el Señor lo sanará” (Santiago 5,14-15).
En la tradición cristiana, rezar por los enfermos es una obra de misericordia espiritual. Desde los primeros siglos, los cristianos lo han hecho en privado, en comunidad, y especialmente en el contexto de los sacramentos.
¿Cuándo rezarla?
Puedes orar por un enfermo:
- Antes de una operación o tratamiento.
- Durante una enfermedad grave o prolongada.
- En hospitales, visitas a enfermos o desde casa.
- Para pedir sanación física o consuelo en enfermedades sin cura.
¿Cómo se puede complementar?
- Con un Padre Nuestro o Ave María.
- Rezar el Rosario por los enfermos.
- Recurrir al Sacramento de la Unción de los Enfermos, si corresponde.
- Encender una vela como signo de oración y esperanza.
Oración breve por los enfermos
Señor, mira con compasión a los que sufren en el cuerpo o en el alma.
Dales paciencia en el dolor, paz en el corazón
y fe en medio de la prueba.
Que no se sientan solos,
y que tu presencia los fortalezca en todo momento.
Amén.