París dice no a la oferta de Couche-Tard para comprar Carrefour
El gobierno francés opuso el viernes un veto claro y definitivo a la propuesta de Couche-Tard de comprar al gigante francés de la distribución Carrefour, forzando al grupo canadiense a retirar su oferta, según la agencia Bloomberg.
El gobierno francés opuso el viernes un veto "claro y definitivo" a la propuesta de Couche-Tard de comprar al gigante francés de la distribución Carrefour, forzando al grupo canadiense a retirar su oferta, según la agencia Bloomberg.
La decisión de arrojar la toalla fue adoptada tras un encuentro entre el ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, y el fundador de Couche-Tard, Alain Bouchard, según la agencia que cita fuentes cercanas al caso.
El grupo canadiense, especializado en gasolineras, propuso el miércoles al gigante francés de la distribución una oferta de compra "amistosa" por valor de 16.000 millones de euros (unos 20.000 millones de dólares al cambio actual).
Para tratar de tranquilizar a las autoridades francesas, Bouchard prometió varios miles de millones de inversiones en Carrefour y se comprometió a mantener el empleo durante dos años y a cotizar el grupo en la Bolsa de París, en paralelo con la de Canadá, precisa la agencia.
Contactados por la AFP, ni Couche-Tard ni Carrefour habían confirmado la información el viernes por la noche.
"Mi posición es un no cortés, pero claro y definitivo". El ministro de Economía francés echó un jarro de agua fría rápidamente a las esperanzas de los partidarios del "acercamiento" entre Couche-Tard y Carrefour, explicando en la televisión BFMTV y la radio RMC que "no se cede a uno de los grandes distribuidores franceses".
El gobierno francés tiene el poder de bloquear las operaciones de compra en la industria agroalimentaria, recurriendo a la reglamentación sobre el control de las inversiones extranjeras. "Prefiero no tener que emplearlo", agregó Le Maire, aunque precisó que no dudaría en hacerlo "si fuera necesario".
Los sindicatos del grupo Carrefour también habían advertido que las "consecuencias, sobre todo sociales, de esa operación podrían ser desastrosas para los empleados", según Fuerza Obrera, primer sindicato del grupo.
El veto del gobierno en todo caso hizo caer el precio de la acción en Bolsa a 16,61 euros al cierre el viernes, aunque sigue más alto que antes del anuncio de estas "negociaciones muy preliminares" entre los dos distribuidores.