Desde Sídney (AFP)

Los habitantes del Pacífico fueron testigos de la superluna roja

Los amantes de la astronomía tuvieron su mirada pendiente del cielo en el Pacífico este miércoles para ver una excepcional superluna roja, durante un espectacular eclipse total.

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La superluna roja, vista detrás de una cruz de una iglesia ortodoxa en el sur de Rusia, el 26 de mayo de 2021 - AFP/AFP
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Los amantes de la astronomía tuvieron su mirada pendiente del cielo en el Pacífico este miércoles para ver una excepcional superluna roja, durante un espectacular eclipse total.

El primer eclipse lunar total desde hacía dos años coincidió con el punto más cercano a la Tierra de la órbita lunar, produciendo un espectáculo que solo se da una vez por década.

Cualquiera que viviera entre Australia y la costa del Pacífico norteamericana podía ver una enorme, brillante y anaranjada Luna si el cielo estaba despejado.

El evento ocurrió entre las 11H11 y las 11H25 GMT, tarde en la noche en Sydney y antes del amanecer en Los Angeles, cuando la Luna se encontraba totalmente cubierta por la sombra solar.

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La superluna roja, vista desde Taipei el 26 de mayo de 2021 por la noche (AFP/AFP)

La Luna se oscurece y tiñe de rojo cuando durante un eclipse únicamente recibe rayos de luz que atravesaron tangencialmente la atmósfera terrestre porque la Tierra se interpuso entre ella y el Sol.

A diferencia de un eclipse solar, el eclipse de Luna puede observarse sin peligro alguno para la vista.

Este eclipse fue diferente porque ocurrió durante una superluna, cuando el satélite se encuentra a 360.000 kilómetros de la Tierra, el punto más cercano de su órbita elíptica.

En ese punto la Luna puede verse 30% más luminosa y 14% más grande que cuando se encuentra a la mayor distancia de nuestro planeta, que es a unos 50.000 km más lejos (410.000 km).

En Sídney, donde la noche fría dejó una vista despejada, la gente se reunió en el puerto para echar un vistazo a la Luna cuando aparecía sobre la icónica Ópera.

"La última vez que hubo una superluna, el mes pasado, nos la perdimos", dijo Ken Loi, de 50 años.

"Esta vez ocurre además con el eclipse, entonces era doble golpe, así que había que verlo antes de que fuera demasiado tarde", añadió.

"Hubo mucho interés", dijo Andrew Jacobs, del Observatorio astronómico de Sydney, que preparó un evento con telescopios y expertos que describían el acontecimiento.

La aerolínea australiana Qantas realizó un vuelo especial de dos horas y media, denominado "Vuelo escénico de Super Luna", dirigiéndose hacia el este por el Pacífico, para ofrecer una vista despejada.

En Hong Kong sin embargo el cielo estuvo parcialmente cubierto por nubes.

"No es tan roja como pensaba. Vi una foto y la Luna estaba verdaderamente roja, pero ahora no lo es tanto", dijo el escolar Chui Yiu-chun, que trataba de verla desde el puerto de la ciudad.

Jacobs había previsto antes que la mejor vista sería en "Australia, Nueva Zelandia, y amplias partes del Pacífico. Nueva Guinea también tuvo una buena vista".

"Los estadounidenses ven el fenómeno al amanecer, pero no necesariamente pueden observar todas las etapas del eclipse", dijo.

"Europa, África y Oriente Medio se lo perderán completamente esta vez", dijo.

Los eclipses lunares no han sido siempre bien recibidos a lo largo de la historia por los humanos. En muchas culturas los eclipses lunares y solares eran vistos como de malos augurios.

Los incas creían que un eclipse ocurría cuando un jaguar se comía la Luna. Algunos aborígenes australianos consideraban que el fenómeno era señal de que alguien que estaba de viaje había sido herido o asesinado.

En el "Rey Lear" William Shakespeare advirtió que los "eclipses de Sol o Luna no presagian nada bueno de los dioses para nosotros".

Pero hasta ahora no se han dado consecuencias apocalípticas de estos espectáculos celestiales.

La próxima superluna roja ocurrirá en 2033.




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