La polémica del acero marca la visita de Merkel a China
La batalla entre Europa y China en torno al mercado del acero dominó el encuentro que mantuvo este lunes en Pekín la canciller alemana, Angela Merkel, con el primer ministro chino, Li Keqiang.
La batalla entre Europa y China en torno al mercado del acero dominó el encuentro que mantuvo este lunes en Pekín la canciller alemana, Angela Merkel, con el primer ministro chino, Li Keqiang.
China exige que la Unión Europea (UE) le conceda antes de fin de año el estatus de "economía de mercado". Dicha medida dificultaría la imposición de elevados aranceles a la importación de acero chino, que por ser barato y abundante inunda el mercado mundial.
El mes pasado, los parlamentarios europeos votaron contra la concesión de dicho estatus a China, pues temen que esto liquide sectores industriales enteros y decenas de miles de puestos de trabajo.
En una rueda de prensa con Merkel, Li Keqiang reiteró el punto de vista de Pekín, invocando un compromiso formulado cuando China se unió a la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 2001.
"Antes de fin de año (...) el acuerdo debe aplicarse de forma apropiada", declaró Li, asegurando que su país no quiere "una guerra comercial".
"La sobreproducción de acero es un problema global, y no sólo un problema chino", incidió Li, y explicó que su país está importando de Alemania grandes cantidades de acero y reduciendo sus propias sobrecapacidades en el sector.
Merkel respondió que Alemania es "muy clara en cuanto a las promesas hechas en 2001", y añadió que es preferible "una situación en la que no sean necesarias las tasas 'antidumping'".
China, primer productor mundial de acero, anunció un aumento interanual del 2,4% de sus exportaciones en mayo, pese a su promesa de reducir sus sobrecapacidades a fin de responder a la crisis global del sector.
A la UE no le convencen mucho las promesas de Pekín, y abrió una investigación 'antidumping' sobre el acero chino. En Europa, el sector sigue siendo partidario de la imposición de elevados aranceles, al igual que hace Estados Unidos.
El viaje de Merkel a Pekín coincide además con la polémica en Alemania por la participación del gigante chino de los electrodomésticos Midea en la empresa germana Kuka, puntera en el sector de la robótica.
El grupo chino ha hecho una oferta por la que su participación en Kuka pasaría del 13,5% actual a más del 30%, lo que causa reticencias en Alemania por tratarse de un sector estratégico.
Merkel dijo en este sentido que se está buscando "una solución satisfactoria para las dos partes", después de que el gobierno de Berlín desmintiera una eventual oposición a las ambiciones de Midea.
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