La economía brasileña, la séptima del mundo, se contrajo un 0,2% en el primer trimestre del año respecto a los últimos tres meses de 2014, informó el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
La economía brasileña, la séptima del mundo, se contrajo un 0,2% en el primer trimestre del año respecto a los últimos tres meses de 2014, informó el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
El resultado negativo confirma el enfriamiento de la actividad, de capa caída hace cinco años, pero es menor a la bajada que preveía una mayoría de los analistas, del 0,5%.
La economía de Brasil creció apenas 0,1% en 2014, su cuarto año consecutivo de magra expansión, y se prepara para transitar un período aún más difícil este año, cuando el gobierno prevé una caída del Producto Interno Bruto (PIB) de 1,2%, incluso más de lo que prevé el Fondo Monetario internacional (-1%).
La economía brasileña se contrajo un 1,6% entre enero y marzo si el periodo es comparado con el mismo trimestre de 2014.
El resultado fue influido principalmente por la caída de 0,7% en el sector servicios. La industria también retrocedió 0,3%, y el consumo de las familias 1,5%. El sector agropecuario, en tanto, tuvo un resultado positivo (4,7%).
Un promedio de las proyecciones de 20 instituciones financieras y consultorías consultadas por el diario económico Valor apostaba por una caída de 0,5% del PIB en el primer trimestre, contra un alza de 0,3% entre octubre y diciembre del año pasado.
Brasil acumula una larga lista de datos macroeconómicos negativos: la inflación supera largamente el centro de la meta de 4,5% (el Banco central estima que llegará a 7,9% este año), hay una elevada tasa de interés (12,75%) y déficit de cuenta corriente y de balanza comercial.
Incluso el desempleo, que se mostró resistente durante meses, revirtió la tendencia y ha comenzado a subir. Brasil intenta ordenar sus cuentas públicas con un ajuste que logre un ambicioso superávit fiscal de 1,2% del PIB.
"El empleo ya está siendo afectado, los números ya son malos. En abril Brasil perdió 100.000 puestos de trabajo y la expectativa es que esto todavía no acabe. Todavía vamos a vivir momentos muy malos para la economía", dijo a la AFP André Leite, analista de la consultora TAG Investimentos en Sao Paulo.
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