Desde Bruselas (AFP)

Juncker excluye una salida de Gran Bretaña de la UE antes de recibir a Cameron

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, excluyó este martes una salida de Gran Bretaña de la Unión Europea y afirmó que Bruselas no tiene un plan B como alternativa.

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El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker (d), recibe al primer ministro británico, David Cameron, el 16 de febrero de 2016 en Bruselas - AFP/AFP
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El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, excluyó este martes una salida de Gran Bretaña de la Unión Europea y afirmó que Bruselas "no tiene un plan B" como alternativa.

"Tenemos un plan 'A'. Gran Bretaña permanecerá dentro de la Unión Europea y será un miembro constructivo y activo de la Unión", dijo Juncker, que recibe al primer ministro británico, David Cameron.

Cameron, comenzó este martes una ronda de discusiones en el Parlamento Europeo en Bruselas para ganar apoyos a las reformas que reclama para evitar una salida de Gran Bretaña. El presidente del Parlamento, Martin Schulz, lo recibió en la Eurocámara para participar de un encuentro a puerta cerrada con tres eurodiputados "envueltos en las discusiones", antes de unas reuniones por separado del primer ministro con los presidentes de los dos grupos parlamentarios más importantes de la Eurocámara, el Partido Popular Europeo (derecha) y los socialistas.

Al término del encuentro, Schulz dijo a la prensa que la Unión Europea "jamás estuvo en una situación tan dramática".

Cameron evitó sin embargo reunirse con la llamada "conferencia de presidentes" del Parlamento Europeo, que reúne a los presidentes de los ochos grupos políticos, entre ellos Nigel Farage, copresidente del antieuropeo Grupo Europa de la Libertad y de la Democracia Directa y líder del partido británico antieuropeo y antiinmigración UKIP. Farage criticó este martes que Cameron evitara la cita. "No quiere que el pueblo británico comprenda que este llamado acuerdo puede ser bloqueado por un veto de parte de este Parlamento", dijo a periodistas.

Una vez que Cameron logre con sus 27 socios de la UE un acuerdo sobre las reformas que reclama para la permanencia de Gran Bretaña en el bloque, las modificaciones a los tratados entrarán en un proceso legislativo en el cual el Parlamento cumplirá su rol de colegislador.

Schulz afirmó que no puede garantizar cómo se posicionará el Parlamento. "Haremos lo posible para alcanzar un acuerdo justo", aseguró, pero rechazó no obstante "la retórica" de Farage.

- Frenéticas negociaciones -

Estos encuentros forman parte de una frenética serie de reuniones antes de una cumbre crucial el jueves y viernes sobre las propuestas de reforma de la UE, en respuesta a las demandas de Cameron, que hizo el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.

Tusk, que alteró su agenda para dedicarse a una última gira europea antes de la cumbre, estimó el lunes en Bucarest que la Unión Europea está en un "momento crítico". "El riesgo de una ruptura es real porque el proceso es en efecto muy frágil", declaró pidiendo a los Estados miembros "escuchar también los argumentos de los otros" para evitar un 'Brexit'.

Cameron pidió cuatro reformas de la UE antes de organizar un referendo sobre la permanencia de Gran Bretaña dentro del bloque.

Donald Tusk presentó el 2 de febrero un pre-acuerdo para responder a las reivindicaciones británicas y evitar el 'Brexit', pero quedan pendientes todavía varios temas difíciles, desde la inmigración hasta la soberanía política, pasando por la economía.

El lunes, Cameron se reunió con el presidente francés, François Hollande. Tras el encuentro, una fuente del entorno presidencial francés dijo que "queda todavía mucho trabajo sobre el tema de la gobernanza económica".

París ya advirtió de que ningún país que no es parte de la zona euro pueda vetar una mayor integración del grupo de 19 que comparten la moneda única. Londres insiste en que una mayor integración económica de la zona euro no puede hacerse en detrimento de los nueve países de la UE que no utilizan la moneda única.

En tanto, los países del Este del bloque, muchos de cuyos ciudadanos trabajan en Gran Bretaña, denuncian otra de las reformas reclamadas por Cameron, la que limita el acceso a los beneficios sociales en Reino Unido a los inmigrantes intraeuropeos. La propuesta sería discriminatoria, denuncian. De aprobarse, vulneraría el principio de la libertad de movimiento, uno de los fundamentos de la Unión Europea. La Comisión Europea sostiene que tal como fue propuesta por Tusk, la reforma es acorde a la legislación europea.

El principal punto de discordia es por cuánto tiempo Reino Unido podría excluir a los inmigrantes europeos de beneficios sociales. Londres quiere siete años.

La perspectiva de que Reino Unido se convierta en el primer país en dejar el bloque de 28 miembros insufla en algunos los peores presagios para la UE, hasta el punto de que Tusk advirtió recientemente de que la situación sería como la del "día antes de la Primera Guerra" Mundial.

Cameron quiere organizar el referendo en junio y para ello necesita lo antes posible un acuerdo con sus 27 socios.




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