Desde Madrid (AFP)

El apetito por las tierras raras en España aviva la codicia y las tensiones

La presencia probada de tierras raras en España suscita la crispación entre los industriales y los ecologistas, opuestos a la extracción de estos minerales con propiedades únicas muy codiciados por el sector de la alta tecnología.

España,UE,medioambiente,metales,economía,energía,globalización
Un geólogo muestra monacita en una mina de tierras raras cerca de Vanrhynsdorp, en Sudáfrica, el 29 de julio de 2019 - AFP/AFP/Archivos
Anterior Siguiente
Síguenos en Google News

La presencia probada de tierras raras en España suscita la crispación entre los industriales y los ecologistas, opuestos a la extracción de estos minerales con propiedades únicas muy codiciados por el sector de la alta tecnología.

¿Oportunidad única o una trampa a evitar? Desde que hace algunos años fueran descubiertos yacimientos considerados prometedores en el sur y el noroeste del país, España se ha enfrentado a este dilema, que combina cuestiones económicas, diplomáticas y medioambientales.

El país, según los geólogos, tiene cantidades nada despreciables de tierras raras, el nombre que se le da al conjunto de los diecisiete minerales indispensables para la fabricación de teléfonos inteligentes, motores de vehículos eléctricos o turbinas eólicas. Hasta ahora no han sido explotados.

"España es el segundo país en Europa con mayor cantidad de tierras raras actualmente investigadas, después de Finlandia. O sea que sí hay un potencial", asevera a la AFP Vicente Gutiérrez Peinador, presidente de la Confederación nacional de Empresarios de la Minería y Metalurgia (Confedem).

De acuerdo con el Instituto Geológico y Minero de España (IGME), las reservas de España serían de unas 70.000 toneladas.

"A nivel mundial no es tanto, pero son cifras que a escala europea son importantes", señala Roberto Martínez, responsable de recursos minerales en el IGME.

Como la demanda mundial por estos minerales no para de crecer, "es una oportunidad para España" y "para Europa", acota Gutiérrez Peinador.

- Proyecto bloqueado -

Actualmente, 98% de las tierras raras utilizadas en la Unión Europea son importadas de China, que mantiene un virtual monopolio del sector.

Una dependencia que inquieta a Bruselas, que ha exhortado a los países miembros a desarrollar capacidades propias de extracción.

En este contexto, España llama la atención.

"Hay dos yacimientos específicamente que podrían ser interesantes, uno es el del Monte Galiñeiro, en Galicia" y "el otro es el de Ciudad Real", en la región de Castilla-La Mancha, explica Roberto Martínez.

De estos dos yacimientos, solo el de Ciudad Real ha sido objeto de una solicitud de explotación. La zona, bautizada "Matamulas" y de 240 hectáreas, es rica sobre todo en monacita, un mineral codiciado por sus cualidades magnéticas.

El proyecto se mantiene bloqueado. La región negó en 2019 el permiso de explotación solicitado por Quantum Minería, una sociedad con sede en Madrid, tras una resolución en contra del Ejecutivo regional debido a su impacto ambiental.

"Este yacimiento está en una zona de gran valor natural (...) entre dos áreas protegidas", expresa Elena Solís, de la oenegé Ecologistas en acción, en pie de lucha contra este proyecto.

"Supondría remover una cantidad de tierra astronómica, lo que pondría en riesgo toda la zona", subraya Solís, que también apunta a la enorme cantidad de agua que se necesitaría y al riesgo de contaminación por partículas tóxicas e incluso radioactivas.

- Esperada decisión -

La empresa, que rechaza estos argumentos, ha recurrido en tribunales.

La decisión de Castilla-La Mancha "es incomprensible" ya que "estamos hablando de un territorio que está considerado apto para la minería" por las propias autoridades regionales, se irrita Enrique Burkhalter, director de proyectos de Quantum Minería, quien denuncia "temores que no se basan en nada".

La empresa asegura que la extracción se haría en superficie con una técnica que limita el riesgo de partículas tóxicas: la tierra será transportada hasta una fábrica, luego tamizada y finalmente devuelta a su sitio, una vez extraídos los minerales.

"Aquí no hay explotación a cielo abierto (...) El terreno sería rápidamente reparado para continuar el sembrado y las labores de agricultura", insiste Burkhalter.

Argumentos que no convencen a Ecologistas en Acción.

¿Que dirá la justicia? Tanto los industriales como los ecologistas estiman que el fallo podría ser decisivo, ya que alentará o disuadirá otros proyectos de extracción.

La decisión, esperada desde hace meses, "será importante", pero difícilmente "va a acabar el debate", dice Roberto Martínez, para quien existe una paradoja en la extracción: "En teoría, todo el mundo está de acuerdo en reducir la dependencia exterior. Pero cuando se trata de proyectos concretos, ya no es lo mismo".



Este sitio usa imágenes de Depositphotos