Nuestra Señora de la Nube
La imagen de la Virgen de la Nube, ubicada en el reverso del Señor de los Milagros, aparece mencionada en la relación de sucesos del 20 de octubre de 1747 por el cronista Don Eusebio de Llano Zapata.

Nuestra Señora de la Nube es una advocación mariana de Ecuador, donde la Virgen María se presenta como una Reina, en su mano derecha sujeta un cetro, la azucena representa su coraza y el olivo su fruto, símbolo de su vinculación con Israel. En su brazo izquierdo sostiene al Niño Jesús, que lleva al Mundo en sus manos.
Reseña histórica:
En 1696, el Obispo Don Sancho de Andrade y Figueroa de Quito estaba enfermo y desahuciado, por lo que el pueblo de Guálupo, de gran devoción a la Virgen María, decidió organizar una Novena por su salud; una procesión del Rosario salió camino a la Catedral el 30 de diciembre. De repente una imagen de María apareció, formada por las nubes. Cerca de 500 personas fueron testigos del maravilloso hecho, mientras que el obispo se curó repentinamente.
Al iniciar cada año, concretamente, cada primero de enero miles de creyentes de Ecuador y del exterior llegan a la ciudad de Azogues para venerar y participar de todos los actos preparados por los franciscanos, entre los que se destaca la procesión, que a más de ser un acto de fe, se ha convertido en un fantástico atractivo turístico de propios y visitantes.
En el Perú, a manera de homenaje a la cuna de la Madre Antonia Lucía del Espíritu Santo, fundadora del Instituto Nazareno, el 20 de octubre de 1747 se decidió colocar el lienzo de la Señora de la Nube en la parte posterior de las Andas Sagradas del Señor de los Milagros, para que acompañe al Cristo Moreno en su recorrido.
Si bien la creencia popular ubica a la Virgen de la Nube como un culto de 1800; la Madre Antonia, fundadora del Monasterio de Las Nazarenas, ecuatoriana de nacimiento, habría traído la devoción en el siglo XVII. En esa época circularon también en el Ecuador muchos óleos retratando a esta Virgen y uno de ellos podría haber llegado al Perú.