Una Embarazada No debe Comer “por dos personas

Rompiendo el mito. En vez de ayudar, puede ser dañino para el bebé. Especialista aclara que sólo se debe aumentar 300 calorías al día durante la gestación

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Aquella frase: “las embarazadas deben comer por dos personas” no sólo es falsa sino perjudicial, tanto para la madre como para el bebé en formación, alertó el médico nutricionista Arnaldo Hurtado, quien señaló que el aumento de peso en esta etapa implica alimentarse con 300 calorías diarias adicionales, aproximadamente, y no duplicar las que se consumía antes de la gestación. Se debe inculcar cultura alimenticia, desterrando el peligroso mito de que ‘a más comida más salud’.
“Una mujer embarazada aumenta entre 10 y 12 kilos, propios del embarazo normal. Si tiene sobrepeso, implicará complicaciones. Las embarazadas creen que deben comer todo lo posible porque es beneficioso para su hijo. Eso es un error y puede ser causa de un embarazo de riesgo, generar peligro de preclampsia, aumento de presión arterial y hasta peligro de parto prematuro”, sentenció el doctor Hurtado, vocero nutricional de Laive.
Por ello es importante que las gestantes sepan la cantidad de calorías extras que deben consumir para llevar una alimentación adecuada. “Lo necesario es el mencionado promedio de 300 calorías diarias extra. No el equivalente de comer por dos personas. Una mujer comúnmente consume entre 1,800 y 2,000 calorías al día. Es un tremendo riesgo que pretenda duplicar ese consumo. 300 calorías extra es lo requerido, siendo consciente de comer alimentos variados”, agrega.
El secreto: La diversidad
La diversidad de alimentos es vital. Los más importantes son los grupos de cereales y proteínas de alto valor biológico. Los cereales integrales vienen con ácido fólico, hierro, minerales. La fibra es muy importante en este estado. “20 a 30 gramos por día es ideal, no sólo para ir al baño sino para sentirse bien. Los cereales con mucha azúcar no son adecuados. Entre los alimentos de alto valor biológico están la leche y las carnes. Los lácteos contienen aminoácidos esenciales para el feto. Las carnes rojas tienen hierro y omega 3. Siempre deben estar presentes minerales como el calcio, para ello están los lácteos como leche y derivados: queso y yogurt”, señala.
Las mujeres intolerantes a la lactosa tienen posibilidad de leche sin lactosa, así como yogurt y queso. La leche puede ser semidescremada, tiene menos grasa que la entera. Es importante que la mujer no consuma “comida chatarra”, frituras en exceso, pues producirá aumento innecesario de colesterol, malo para ella y el bebé. Este colesterol puede elevar el riesgo de infarto, hígado graso, problemas de vesícula y hasta mayor riesgo de cáncer de colon. La idea es comer balanceado, con variedad. El doctor sentencia que “algunas mujeres se vuelven repetitivas, comen lo mismo. Deben cambiar su hábito alimenticio en el embarazo, hacer ejercicios moderados”.
Los “antojos” son dominables
Una característica en esta etapa son los “antojos”. Ante esto, el especialista es claro en señalar que esta compulsión es manejable. No deben rechazarlos sino ser creativas para mantener una buena alimentación. “La mujer embarazada tiene antojos, es cierto, pero no hay antojos no controlables que haga salir a una mujer a la calle y -si no come lo que se le antoja- se muere. Simplemente hay que analizar y no ceder. O enfocarlos: si quiere un dulce, escoger un dulce saludable, como frutas”, señala el doctor Hurtado, agregando que “el secreto está en balancear las comidas”.
Los riesgos de una alimentación desbalanceada siguen luego del parto, pues una alimentación baja en grasa implicará que la madre genere leche baja en grasa para dar de lactar a su hijo, ocasionando que el bebe gane menos peso, crezca débil. Esta mala alimentación puede aumentar el riesgo de otras complicaciones tras dar a luz, incluyendo la depresión postparto y hasta la “diabetes estacional” variedad de diabetes que llega durante el embarazo y se va tras dar a luz, pero deja a la mujer propensa a ser víctima de diabetes en el futuro.
“La mayoría de mujeres, sin importar el estrato social, sí se preocupan en qué comer. Algunas lamentablemente dejan todo a la mamá, para hacerlo a la antigua usanza. Las engordan, le dan más comida. Pero muchas mujeres sí planifican y no se exceden. No es estar a dieta, sino ver qué comen. El control alimenticio propuesto por un ginecólogo es vital. No a los alimentos con grasas tóxicas, nada de grasas trans. Una buena alimentación hará que el feto desarrolle bien, la mujer aumente de peso solamente en lo necesario y este exceso se pierda rápido con la lactancia”, finaliza el especialista en nutrición.

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Fuente: LAIVE | JWT *PR - Comunicaciones Estratégicas y Prensa




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