Los pensamientos negativos arruinan nuestra dieta

Lo que pensamos o sentimos en cuanto a perder peso puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso.

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Acá te damos algunos consejos para que evites esos pensamientos negativos que pueden ser un obstáculo en tu emprendimiento por perder peso.
Primero tienes que ser positivo. Mira la situación desde una perspectiva más amplia y enfócate en el lado positivo de un evento que pudiera ser negativo.
Debes ser realista, procura proponerte metas reales, que sean prácticas y posibles de conseguir.
Enfócate en pequeños logros, toma en cuenta que habrá momentos en los cuales no podrás seguir con tu plan de dieta y ejercicio, por ejemplo viajes por trabajo, trata de aceptarlos y empieza otra vez a luchar por alcanzar tus metas.
No te preocupes, sé feliz. Esta actitud te puede ayudar a mantener el enfoque sin dejar que los pequeños detalles se interpongan en el camino para alcanzar tu meta.
Examina tus expectativas, no esperes fracasar o perder una cantidad de peso poco realista. Haz cambios a largo plazo, un paso a la vez.
Enfócate en el progreso, establece metas pequeñas a lo largo de tu programa de pérdida de peso. Los cambios en el comportamiento,  el ejercicio físico y la dieta que tu elijas juegan un papel importantísimo en tu proceso de pérdida de peso y el logro gradual de tus metas te harán sentirte bien y feliz.
No dejes las cosas para más tarde, evita decirte a ti mismo “este no es un buen momento para empezar mi dieta o para hacer ejercicio”, recuerda que todo lo que vale la pena conseguir requiere esfuerzo.
Acéptate a ti mismo, recuerda que los comentarios negativos que otras personas hacen son más bien un reflejo de los problemas de esa persona, no los tuyos. La auto-aceptación consiste en estar consciente de tus propias imperfecciones para aceptarlas o cambiarlas si se puede.
Asegúrate de tener tus propias recompensas, dedícate unos momentos a tu cuidado diario, cómprate algo que te gusta, regálate un día de spa, un perfume que te guste, engríete, ponte y siéntete hermoso porque lo mereces, te estás esforzando y mereces una recompensa. Pero ojo, ¡que tus recompensas no sean comidas!.
Asume tu responsabilidad, no culpes a otras personas por tus acciones. Primero haz un examen de reconocer tus propios errores  y luego enfócate en como cambiar estas acciones en vez de culpar a otros.
Re-enfócate, piensa acerca de lo bueno que resulta el resistir tentaciones y el precio que significa rendirse a ellas.
No despilfarres tu dinero en comidas rápidas o muy calóricas que están fuera de tu dieta, concéntrate, piensa que si ahorras ese dinero puedes luego de perder peso comprar esa prenda de vestir que tanto te ilusiona lucir, trázate esa meta y ahorra.
Pase lo que pase, no dejes de ejercitarte, no pienses en pretextos para no hacer ejercicio en el día, ten pensamientos positivos como “necesito hacer ejercicio, porque me relaja, me quita el estrés y me da más energía, ahora mismo caminaré al menos 20 minutos”.
Recuerda:  piensa que puedes y podrás.

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