Una mujer desplazada por la crecida del lago Tanganica, fotografiada en el campamento de Kinyinya Dos, en Gatumba, Burundi, el 15 de marzo de 2022
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Unos desplazados por la crecida del lago Tanganica almuerzan a la sombra en el campamento de Kinyinya Dos, en Gatumba, Burundi, el 15 de marzo de 2022
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Una mujer desplazada por la crecida del lago Tanganica, fotografiada en el campamento de Kinyinya Dos, en Gatumba, Burundi, el 15 de marzo de 2022
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Lea Nyabenda (drcha.), desplazada de su hogar junto a sus diez hijos desde hace dos anos por la crecida del lago Tanganica, camina junto a su casa destruida en Gatumba, Burundi, el 15 de marzo de 2022
Amissa Irakoze conoce bien los caprichos del lago Tanganica: las crecidas regulares que rozaban a veces su casa en Gatumba, en el noroeste de Burundi, y los reflujos que alejaban el peligro. Pero nunca pensó que el agua se llevaría a sus diez niños.
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