Un poblado colombiano rechaza la explotación minera en su región

Los habitantes de la pequeña localidad de Cajamarca, en el departamento colombiano de Tolima (sur), votaron 'no' este domingo a la explotación de oro en su región, lo que debe impedir el avance del proyecto de la multinacional minera AngloGold Ashanti.

Según el reporte de la Registraduría municipal, que realizó el escrutinio, el 'no' obtuvo 6.165 votos, es decir, el 97,92%, mientras que el 'sí' recibió 76 sufragios, el 1,21%.

La multinacional AngloGold Ashanti desarrolla en esa región el proyecto minero La Colosa, que está en fase de exploración, y del cual se calcula que contiene 28 millones de onzas de oro y es uno de los más grandes hallados en la última década en el mundo.

La consulta popular preguntó a este pequeño poblado de tradición agrícola si estaba de acuerdo con que en la región se afecte por "proyectos de naturaleza minera".

Las autoridades electorales instalaron 18 mesas, 16 de ellas ubicadas en la cabecera municipal y dos en zona rural y para que la consulta fuera valida se necesitaban 5.438 votos.

"Queremos agua, queremos vivir, AngloGold Ashanti fuera del país", gritaron decenas de habitantes de Cajamarca al enterarse del resultado.

Después este resultado, se espera que el Concejo del municipio se pronuncie prohibiendo la minería en la región, lo que detendría el proyecto y podría generar efectos vinculantes para todo el país.

Tras divulgarse en 2007 el potencial minero de la región, diversas organizaciones sociales y ambientalistas comenzaron una lucha para evitar su ejecución por el temor a que los trabajos en La Colosa acabaran con las fuentes hídricas, especialmente subterráneas, y con el bosque de la zona.

Sin embargo, la empresa sudafricana rechazó los argumentos indicando que haría acciones de mitigación y la posibilidad de impacto serían mínimas.

En 2009 la firma anunció que la explotación del yacimiento, a casi 3.000 metros de altura sobre el nivel del mar, generaría unos 4.000 empleos directos e indirectos, y dejaría al estado colombiano más de 1.100 millones de dólares en impuestos y regalías a lo largo de 20 años.