Desde Fráncfort (AFP)

Mario Draghi, en primera línea en la crisis griega

Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE) y figura clave de la crisis griega, se ha convertido en una especie de 'bombero' en la zona euro enfrentada a la crisis, gracias a su valentía y su talento de comunicador.

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El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, llega a una cumbre de la Unión Europea en Bruselas el 25 de junio de 2015 - AFP/AFP
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Mario Draghi, presidente del Banco central Europeo (BCE) y figura clave de la crisis griega, se ha convertido en una especie de 'bombero' en la zona euro enfrentada a la crisis, gracias a su valentía y su talento de comunicador.

Este italiano de 67 años tiene desde hace varios meses el semblante tenso y su pelo, ligeramente canoso cuando llegó al cargo en 2011, se ha vuelto ahora bastante más blanco. Hace tres años que 'Super Mario' multiplica los esfuerzos para apoyar la átona economía de la zona euro, pero las recientes peripecias griegas amenazan con sabotear íntegramente su trabajo.

Un 'Grexit' haría entrar al BCE en "territorios inexplorados", advirtió recientemente Draghi, quien desde luego no quiere descubrirlos. Pero Draghi también tiene que hacer frente a la creciente hostilidad de algunos banqueros centrales europeos, que le critican su apoyo a los bancos helenos.

- El "estilo Draghi" -

Mario Draghi sucedió en noviembre de 2011 al francés Jean-Claude Trichet al frente del BCE, en una zona euro entonces sacudida por la crisis de la deuda.

Desde el verano (boreal) de 2012 ha tenido que afrontar otra crisis al dispararse la prima de riesgo de algunos países, mientras el bloque monetario corría un riesgo de implosión.

El banquero central improvisó entonces algunas palabras, durante un discurso en Londres: se dijo "dispuesto a todo" -"whatever it takes", en inglés- para sostener la zona euro, lo que restauró la confianza de los mercados y, según la opinión generalizada, salvó la moneda única.

Estas palabras, de gran impacto, marcan el nacimiento del estilo Draghi: una hábil comunicación que destila mensajes positivos en el momento adecuado, aliada a una innegable valentía, virtud capital elogiada por su padre. Antes de que éste muriera, cuando el joven Mario tenía 15 años, el progenitor le había dicho: "Si has perdido la valentía, entonces lo has perdido todo".

Nacido en Roma el 3 de septiembre de 1947, casado y padre de dos hijos, Mario Draghi tiene un diploma de economía de la Universidad de Roma y un doctorado del Massachusetts Institute of Technology (MIT).

Profesor de economía en diferentes universidades italianas, representó a Italia en el Banco Mundial de 1984 a 1990, antes de convertirse en 1991 en director general del Tesoro italiano, puesto que ocupó durante diez años y nueve gobiernos, tanto de izquierda como de derecha. Desde ese puesto, supervisó las grandes privatizaciones realizadas de 1996 a 2001. Se sumó luego en 2002 a la directiva del banco estadounidense Goldman Sachs. Esa experiencia le vale aún hoy varias críticas, ya que este banco fue acusado de haber maquillado las cuentas de Grecia y simboliza para muchos los excesos de Wall Street. Pero Draghi asegura haber actuado siempre "con integridad".

Considerado como de centro-izquierda, Draghi aboga por una sociedad en la que se valoren las "iniciativas individuales" pero donde "las reglas son consideradas indispensables".

Pero la acción del BCE que dirige es a menudo objeto de querellas ante los tribunales en Alemania, hasta ahora sin éxito.

A finales de 2014, Draghi, logró superar las reticencias alemanas al lanzar un vasto programa de compra de deudas para luchar contra la amenaza de deflación.

Siempre impecablemente vestido -acude al mismo sastre desde hace años-, afable y paciente, Draghi lanza sin embargo con frecuencia el mismo mensaje: el BCE no podrá indefinidamente ejercer de bombero en la zona euro, le corresponde a los Estados asumir sus responsabilidades.




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