Desde Tokio (AFP)

Líderes asiáticos celebran el TPP, pese a sus contornos difusos

Dirigentes asiáticos celebraron el martes el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) concluido la víspera, un ambicioso pacto comercial entre 12 países que sigue presentando sin embargo numerosas incógnitas.

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Reunión de líderes por el acuerdo TPP el 10 de noviembre de 2014 en Pekín - AFP/AFP/Archivos
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Dirigentes asiáticos celebraron el martes el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) concluido la víspera, un ambicioso pacto comercial entre 12 países que sigue presentando sin embargo numerosas incógnitas.

Para el primer ministro japonés, Shinzo Abe, el tratado, que creará la zona de libre comercio más grande del mundo, marca el inicio de un "nuevo siglo" para Asia.

De hecho, el fin exitoso de las negociaciones iniciadas hace cinco años representa una victoria no solo para el presidente estadounidense Barack Obama, sino también para Abe.

"Una gran zona económica surgirá (...). El TPP hará nuestras vidas más prósperas", aseguró el jefe de gobierno nipón en una rueda de prensa televisada.

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Acuerdan libre comercio en el Pacífico (AFP/AFP)

El acuerdo, agregó, permitirá "fortalecer el imperio de la ley en las actividades económicas con el establecimiento de un sistema económico internacional libre, justo y abierto".

Los doce países signatarios -Australia, Brunéi, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur, Estados Unidos y Vietnam- deberán ahora ratificar el acuerdo que englobará el 40% de las transacciones comerciales del planeta.

Por su parte, Malasia, otro de los países firmantes, destacó también el martes la importancia de este acuerdo para ayudar al país "a atenuar los problemas generados por el ambiente económico mundial", dijo en un comunicado el ministro de Comercio, Mustapa Mohamed.

Australia y Nueva Zelanda celebraron con igual entusiasmo el anuncio.

"Cualquier acuerdo de esta naturaleza representa para nosotros enormes ventajas", dijo el primer ministro australiano, Malcolm Turnbull. "Es la primera gran piedra de nuestra futura prosperidad", añadió el jefe de gobierno, cuyo país busca nuevos motores de crecimiento tras el final del boom de la minería.

El primer ministro neozelandés, John Key, consideró que se trata de "un muy buen acuerdo", aunque lamentó que no vaya más lejos en lo relativo a los productos lácteos, que representan un tercio de las exportaciones de su país.

Según lo convenido, el 98% de los aranceles se eliminarán en productos lácteos, carne de res, vino, azúcar, arroz, horticultura y mariscos, así como en productos manufacturados o energía, entre otros.

El TPP es considerado tanto como una prueba de la reorientación de la economía mundial hacia la cuenca de Asia y del Pacífico como una tentativa de Estados Unidos de contener la influencia creciente de China en la zona.

El primer ministro japonés afirmó que "si China participa en este sistema en el futuro, contribuirá tanto a la seguridad de Japón como a la estabilidad de la región Asia-Pacífico".

El gobierno chino, por boca de su ministro de Comercio, reservó una reacción prudente al anuncio, declarándose "abierto a cualquier mecanismo" que "refuerce la integración económica en la región Asia-Pacífico".

- ¿El diablo en los detalles?

Junto a las expresiones de satisfacción de los dirigentes, otras voces expresaban dudas sobre el impacto del acuerdo y sobre aspectos aún opacos de las negociaciones.

"La falta de detalles sobre el texto permite que los gobiernos muestren el acuerdo de manera positiva. Pero el diablo se esconde detrás de los detalles, ya hará falta esperar un mes para saber más", dijo Patricia Ranald, coordinadora de la red Aftinet ((Australian Free Trade and Investment Network).

"Si es un texto tan bueno como dicen, debería publicarse antes de su firma" y ratificación por los doce países, agregó Ranald, que prometió oponerse a "todo lo que no concuerde con el interés público".

Los analistas japoneses se mostraban más bien favorables al TPP y destacaban su importancia para el gobierno de Abe, confrontado a un agotamiento del impulso inicial de su política de reactivación.

"Si un éxito en el TPP, el gobierno hubiera tenido muy poco que mostrar en materia de reformas estructurales", dijo a la AFP Martin Schulz, economista del Fujitsu Research Institute.

Abe se hubiera visto en dificultades para justificar cambios en algunos de los sectores económicos más protegidos de Japón, como la agricultura, aunque el gobierno consiguió en las negociaciones limitar la apertura en algunos de los productos más sensibles, como el arroz y la leche.

Por el lado de la industria, "las empresas más grandes podrán aprovechar mejores condiciones de exportación", empezando por las del sector automovilístico, afirmó Ivan Tselischev, profesor de economía en la Universidad de Gestión de Niigata (en el noroeste de Japón).

También se prevén cambios importantes en la industria farmacéutica y en el campo de la salud, relativamente cerrados hasta ahora en Japón, apuntó Schulz.




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