Desde Berlín (AFP)

BMW niega creación de un cártel sobre emisiones de los motores diésel

El constructor automotriz alemán BMW negó este domingo que hubiera creado un cártel con empresas rivales sobre las emisiones contaminantes de los motores diésel, e indicó que sus modelos no fueron manipulados ni violaron las regulaciones industriales.

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El interior de un BMW i8, fotografiado el 10 de enero de 2017 en el Salón Internacional del Automóvil de Norteamérica, en Detroit (EEUU) - AFP/AFP/Archivos
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El constructor automotriz alemán BMW negó este domingo que hubiera creado un cártel con empresas rivales sobre las emisiones contaminantes de los motores diésel, e indicó que sus modelos no fueron "manipulados" ni violaron las regulaciones industriales.

A medida que las revelaciones en materia de contaminación afectan a todo el importante sector automotor alemán, el constructor con sede en Múnich tomó distancia ante lo que califica como el proceso de "escandalización de los motores diésel".

"El hecho es que los automóviles del grupo BMW no están manipulados y son fabricados de acuerdo a los importantes requerimientos legales", añadió la empresa en un comunicado.

"Esto concierne también a los automóviles diésel. Esto lo confirman los relevantes resultados de las pruebas realizadas por las autoridades nacionales e internacionales", agrega.

La revista alemana Der Spiegel informó el viernes que los constructores de automóviles alemanes Volkswagen, Audi, Porsche, BMW y Daimler formaron un cártel desde los años 1990 y se pusieron de acuerdo en secreto sobre las emisiones contaminantes de los motores diésel, entre otras cuestiones.

"La industria del automóvil alemana se puso de acuerdo desde los años 1990 en grupos de trabajo secretos sobre las técnicas utilizadas en los vehículos, los costes, las subcontrataciones, los mercados, las estrategias y también la disminución de sus vehículos diésel", escribe la revista.

Der Spiegel se basa en un documento que el grupo Volkswagen envió a las autoridades de la competencia en julio de 2016, y que constituye "una especie de autodenuncia". Daimler habría hecho algo similar, según la revista.

Según Der Spiegel se crearon unos 60 grupos de trabajo que reunieron a más de 200 empleados de las compañías para estudiar cuestiones como el desarrollo de motores diésel y a gasolina, los frenos o los precios de los vehículos.

En 2015 salió a la luz el llamado 'dieselgate', la revelación de que Volkswagen trucó once millones de sus motores para hacerlos parecer menos contaminantes de lo que en realidad eran.

Desde entonces, han salido a la luz otros casos similares de constructores alemanes, como Daimler.




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