02 Dic 2009

Instituto Nacional de Enfermedades Neoplasicas Cumple 70 años de servicio a los peruanos

Prestigio de este nosocomio se sustenta en la eficiencia y Profesionalismo de sus más de dos mil trabajadores.

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Setenta años de vida al servicio de la población peruana, especialmente a favor de las personas que viven en condiciones de pobreza, cumplirá el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN) el viernes 4  de diciembre de este año.

Según el titular de dicha entidad, Dr. Carlos Vallejos Sologuren, hablar de la lucha contra el cáncer en el Perú es referirse a la historia de este nosocomio, que a lo largo de su existencia ha liderado el impulso de nuevas estrategias, enfoques, técnicas e investigaciones para detener el avance de dicha enfermedad en el país.

“El prestigio del INEN respecto a la calidad de atención, su actividad docente y de investigación ha trascendido las fronteras nacionales. Ello se sustenta en el esfuerzo, dedicación y profesionalismo de todos nuestros integrantes”, resaltó el galeno.

El INEN fue inaugurado oficialmente el 4 de diciembre de 1939 en su primer local ubicado en la Av. Alfonso Ugarte, en el Centro de Lima. Su creación fue el 11 de mayo de 1939 mediante la Ley Nº 8892 que estableció la creación del Instituto Nacional del Cáncer, cuyas actividades se orientaron a la prevención y asistencia social anticancerosa; asistencia especializada en sus consultorios externos y de hospitalización, y como centro de estudios y enseñanza superior universitaria sobre cáncer.

Por aquellos días gobernaba el país el Gral. Oscar R. Benavides, mientras que en el Ministerio de Salud y Provisión Social se encontraba el destacado médico Dr. Guillermo Almenara Irigoyen.

La historia registra que el primer Director General del INEN fue el Dr. Constantino J Carvallo, quien tuvo la tarea de hacer de este instituto el mejor establecimiento de salud del Perú. Años más tarde, esta responsabilidad sería asumida por el Dr. Oscar Soto Ahanno.

PRIMER RESIDENTADO MÉDICO
En la década del 50 del siglo pasado la palabra cáncer tenía un sentido  apocalíptico, ya que los pacientes llegaban con estadíos muy avanzados. Lo que se hacía era insuficiente para revertir tal panorama epidemiológico. Fue en ese contexto que el 1º de enero de 1952 se le asignó el nombre de Instituto de Radioterapia, que por ese entonces era la modalidad terapéutica con la cual se obtenían buenos resultados.

Gracias al avance del conocimiento científico y los excelentes resultados obtenidos por los primeros oncólogos peruanos, el 19 de mayo de 1952 se promulgó el Decreto Supremo mediante el cual se convierte a este nosocomio en Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas cuyas siglas fueron “INEN”.

Ese año asumió la Dirección General el Dr. Eduardo Cáceres Graziani, quien lideró la reorganización orientada hacia la modernidad y la innovación científica permanente. Una de sus primeras acciones fue implementar el Residentado Médico, iniciándose en el país un sistema pionero de formación en especialidades oncológicas y entrenamiento en post grado. Los servicios se organizaron bajo la modalidad de departamentos y unidades encargadas de las diferentes patologías neoplásicas de acuerdo a las regiones anatómicas.

El trabajo asistencial y la investigación tuvieron como principal soporte a las Historias Clínicas que fueron conservadas en archivos específicos, adoptando un modelo propio para el registro de notas e informes respectivos. Esto sirvió de gran ayuda para la elaboración del primer Registro de Cáncer en Lima Metropolitana, que a su vez fue una herramienta indispensable para la investigación del cáncer en el país.

El INEN fue la primera institución en el Perú que contó con una Bomba de Cobalto para Radioterapia, ingresando a la era de la terapia con menor voltaje. Ello obligó a construir o implementar nuevos ambientes adecuados en la antigua sede.

Según las estadísticas institucionales, los factores demográficos y epidemiológicos causaron un incrementó del 70% en las atenciones durante el período 1980-1987. Ante tal situación se buscó apoyo en organizaciones filantrópicas. Así la Fundación Peruana del Cáncer gestionó la donación de un terreno ubicado en la Av. Angamos (Surquillo), donde posteriormente se construyó la actual sede del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas.

Una ocasión, el presidente Fernando Belaunde visitó el hospital que aún estaba en construcción y se entrevistó con el Dr. Eduardo Cáceres. Testigos de ese diálogo cuentan que el jefe de Estado preguntó: “Cuánto cuesta este hospital para los pobres", a lo que Cáceres Graziani respondió: "Bastante menos que un avión Mirage, señor Presidente". Cabe señalar, que el Dr. Eduardo Cáceres dejó el cargo de director del INEN en mayo de 1985, luego de 33 años de fructífera labor y plena dedicación profesional.

La inauguración de este moderno nosocomio especializado fue el 23 de enero de 1988, siendo Director General el Dr. Luis Pinillos Ashton y estando como presidente de la República el Dr. Alan García Pérez.

SIGLO XXI: NUEVO ENFOQUE EN EL MANEJO DEL CÁNCER EN EL PERÚ
Al ingresar al siglo XXI muchos mitos y leyendas respecto al mundo y a la vida misma fueron cayendo. Y ese mismo fenómeno afectó a los conceptos respecto al cáncer. El conocimiento y la investigación científica ganaron mayor preponderancia pintando un cuadro con mejores perspectivas para las personas afectadas por este mal.

Desde el año 2002, en virtud de la eficiente gestión liderada por el destacado científico Dr. Carlos Vallejos Sologuren, el INEN ha consolidado una línea de desarrollo institucional que se caracteriza por la permanente innovación de su equipamiento médico y el elevado nivel profesional de sus recursos humanos. Con esa visión se ha reimpulsado el campo de la docencia e investigación oncológica.

Actualmente, las estrategias de promoción de la salud y los enfoques de prevención son las armas fundamentales para evitar que el cáncer siga cobrando vidas de más peruanos. Asimismo, se ha hecho realidad un anhelo que demoró 70 años: la descentralización de los servicios oncológicos a nivel nacional, creando Unidades Oncológicas en diversos hospitales del país y Preventorios. De este modo se ha llevado la atención oncológica a la población más alejada y también se ha generado fuentes de trabajo para los profesionales formados en el INEN, quienes ahora laboran en la especialidad para la cual fueron entrenados.

Hoy la familia del INEN está integrada por dos mil 27 miembros, quienes con su dedicación, eficiencia y elevado profesionalismo han contribuido al fortalecimiento del prestigio del INEN a nivel nacional e internacional.





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